Los Compadres continúan recorriendo Andalucía buscando su lugar. Con la ayuda de su representante Nati (Natalia Roig), están empeñados en dar con el oficio de sus vidas.
Esta semana, en una nueva edición de «Entre Compadres», lo van a intentar con tres puestos de trabajo de lo más variopintos: presentadores de televisión, ganaderos y trabajadores de un centro para el bienestar personal. Para el primero de los oficios, Alfonso Sánchez y Alberto López acudirán a los estudios centrales de Canal Sur Televisión, en San Juan de Aznalfarache (Sevilla), donde se pondrán en manos de las grandes estrellas de la cadena, tanto de programas informativos como de entretenimiento.
Por ejemplo, Juan y Medio y Eva Ruiz (presentadores de «La Tarde, aquí y ahora», intentarán que Los Compadres aprendan a presentar su programa, para lo que tendrán que bailar, interactuar con el público y conducir la sección de búsqueda de compañía. ¿Serán capaces Los Compadres de llevar con éxito uno de los programas más vistos de la cadena? Alberto y Alfonso también contarán con los consejos de otros presentadores de la televisión andaluza como Modesto Barragán, Victoria Romero, Álvaro Moreno de la Santa, Manolo Mejías, Silvia Sanz o Miguel Ángel Sánchez.
Pero si no les funciona el oficio de presentadores de televisión, en esta entrega también tendrán ocasión de probar suerte como ganaderos de toros bravos. Para ello, viajarán hasta San Juan del Puerto (Huelva), donde conocerán a Marcelino Acosta, propietario de una ganadería con una larga tradición, concretamente desde 1813. Marcelino será el encargado de mostrarles cómo es el día a día de un ganadero y les ayudará en sus primeros pasos. Los Compadres tendrán que aprender a montar a caballo, alimentar a los toros bravos, encerrar a las reses o identificar a los terneros recién nacidos entre otras muchas labores. ¿Tendrán Los Compadres el valor suficiente como para lidiar con toros bravos durante un día completo o les paralizará el miedo?
En el tercer intento de la noche, Alberto y Alfonso se desplazarán hasta Lucena (Córdoba), donde probarán sus habilidades como trabajadores de un spa urbano. Tendrán, por ejemplo, que hacer la manicura a las clientas del local, manejar los instrumentos de la maderoterapia y de las mascarillas antiedad y, sobre todo, dominar el arte de la chocolaterapia. ¿Podrán desenvolverse profesionalmente en un spa o será imposible sacarlos del jacuzzi? ¿Lograrán, por fin, encontrar el oficio de sus vidas?
Fuente: PRENSA RTVA
