‘Comando Actualidad’ vuelve La 1 y le pone rostro a las cifras. ‘El virus en el bolsillo’ retrata la vida de millones de españoles en jaque por el coronavirus, desvela la realidad de quienes engordan los fríos números del paro, analiza cómo afrontan las familias la llegada a fin de mes y muestra las consecuencias de la pandemia siete meses después de que destruyera no sólo la salud sino también el bolsillo.
Familias. ¿Quién se lleva la peor parte? Pepe, Paqui y su hijo son una de las seiscientas mil familias españolas que vive del turismo. Regentan una pequeña agencia de viajes en Huelva. Hace meses que no venden un viaje. Pasan horas sin que entre ningún cliente y cuando llega es para pedir la devolución de algún periplo cancelado. Se plantean cerrar inminentemente.
Mujeres y menores de 35, los grandes perdedores. Susana es madre soltera, cuida de sus dos gemelos de 11 años. Trabajaba en una fábrica que servía comida a restaurantes. Al bajar la demanda, la empresa cerró y tras pasar por un ERTE Susana ha sido despedida. Busca trabajos por horas, suplencias de vacaciones o cubrir bajas. Los tres viven en un apartamento mínimo, duermen en la misma cama y para llegar a fin de mes tiran de la tartera de la abuela.
Autónomos. Manuela se dedicaba a organizar eventos. Con las restricciones que han ido imponiendo las Comunidades Autónomas, hay lugares donde el máximo de personas que se pueden juntar asciende a seis. Sin acontecimientos que organizar, sin festejos, sin celebraciones ni reuniones como las de antes, ella y todos los colaboradores a los que recurría para trasladar y organizar a los invitados se devanan los sesos buscando nuevas fuentes de ingresos.
Ayudas que no acaban de llegar. El dinero que el Estado anunció para proteger a los trabajadores y personas vulnerables no acaba de llegar a todos. Miles de trabajadores en ERTE denuncian cobros irregulares. Las fundaciones y ONG afirman que han solicitado el Ingreso Mínimo Vital para miles de ciudadanos y aún no han visto ni un euro. José era comercial de bebidas alcohólicas, el cierre del ocio nocturno le dio la puntilla. Está en ERTE pero sólo ha cobrado un mes y asegura que con eso no puede mantener a su mujer y sus tres hijos. En el cajero se lleva una sorpresa: tiene 500 euros cuando esperaba 100. Su madre y su cuñada han obrado el milagro. Cuando su familia le deje de ayudar no sabe qué va a hacer. Sus clientes no están mejor. Discotecas y pubs cerrados siguen pagando alquiler, luz y agua tirando de ahorros.
Fuente: PRENSA RTVE