ARTÍCULOS SIETELUCES: BUSCANDO UNA ESPADA DE LUZ

El multiverso de la imaginación XIII



Buscando una espada de luz

José Antonio Iniesta

Será que algunos, o muchos, se han perdido en el marasmo de los días por no darse cuenta de que lo que se cuenta como mitos o leyendas no es más que la expresión verdadera de algo para lo que la mayor parte de la gente no tiene ojos para ver, o que, peor todavía, cuando vislumbran lo que hay al otro lado, o debajo de un ladrillo, donde pisamos, prefieren pensar que no existe, que es una metáfora, un símbolo, una pura falacia de una realidad inexistente.

Pero voto a bríos, como decían los antiguos, y juro por lo más sagrado, que he tenido más pruebas casi que pelos tengo en la cabeza de que esa arquetípica lucha entre la luz y la oscuridad para algunos es una pura realidad, un enfrentamiento soterrado entre lo más noble y más innoble que se manifiesta sobre la faz de la Tierra.

Ay, ¿qué sería de nosotros si no fuera por San Miguel Arcángel, al que la práctica totalidad de los seres humanos, aun sabiendo de él, seguro que también lo encierran en el cajón de sastre del mito, de una figura religiosa, de una creencia sin fundamento alguno?

Allá cada uno con sus creencias, que yo prefiero el valor contundente de las experiencias, que termina también en encias, pero no es lo mismo. El mundo se debate en una batalla oculta, pero que muchas veces da la cara y la reconocemos en sucesos que dramáticamente alarman a la población del mundo. Mientras que el saqueo, la matanza de los pueblos, la extorsión, las muertes por hambre, la guerra interminable, se produzca en un lugar lejano del mapa, no hay de qué preocuparse, dicen algunos, como si los que caen como moscas en el frente, en un erial, por culpa de una cruel batalla, no fueran seres humanos. Pero ahora la gran conflagración, la amenaza de una tercera guerra mundial, de la locura de una explosión atómica, se cuela como espantoso miedo por cualquier resquicio de la casa, por una ventana entreabierta, por las noticias de un informativo, que ya se preocupan los sesudos periodistas de poner los pelos como escarpias, a ser posible buscando la mayor densidad de noticias malas y con los titulares más escabrosos. Eso sí, los que ponen los resúmenes en la parte inferior de la pantalla no tienen miramiento alguno a la hora de escribir con erratas y más erratas.

La cultura del miedo está mejor expuesta que los productos de los grandes almacenes. El miedo doblega, bloquea y acaba matando de tensión o de espanto. Será que habrá que conseguir una simbólica espada de luz, aunque nunca he sido de mandobles, y la única que tengo con mucho aprecio en casa, aparte de una katana y la que te dan para cortar la tarta de bodas cuando te casas, es una réplica de Excálibur, en recuerdo de la mítica gesta del rey Arturo. Pero bien vale la pena blandir de vez en cuando una espada luminosa para rasgar la cortina de oscuridad que nos va impidiendo la visión de lo más hermoso que tenemos al alcance. A estos mismísimos hijos del demonio no les interesa que la luz ilumine las calles…

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Fuente: Textos recopilados de las páginas web Luz de Ilunum y Sieteluces, además de los canales de youtube Luz de ilunum y Editorial Sieteluces, textos propios y/o recopilados por el escritor e investigador José Antonio Iniesta Villanueva.