REGLAS DE ORO PARA LA VIDA COTIDIANA. POR OMRAAM MIKHAEL AIVANHOV

REGLAS DE ORO PARA LA VIDA COTIDIANA

Por Omraam Mikhael Aivanhov



EL SUFRIMIENTO ES UN AVISO

La naturaleza ha puesto dentro de nosotros entidades para que nos cuiden, y cuando nos disponemos a destruir algo en nuestro cuerpo físico, en nuestro corazón, o en nuestro intelecto, comienzan a pincharnos, a mordernos, diciéndonos: «Vamos, vuelve por el buen camino!» Sí, en eso consiste el sufrimiento. El sufrimiento aparece para mostrarnos que nos hemos apartado de las condiciones favorables en las que todo era fácil y claro. El sufrimiento es, pues, un ser enviado por el mundo invisible para salvarnos, y no hay que luchar contra un salvador. Cuanto más se lucha contra el sufrimiento, más terrible se vuelve. Dice: «Ah! ¿No quieres comprender? Bien, vas a ver qué pasa», y entonces aumenta. Pero desde el momento en que comprendemos y decidimos reparar nuestros errores, el sufrimiento recibe la orden de marcharse, pues ya ha realizado su trabajo, ha cumplido su misión. Entonces, en lugar de rebelarnos y luchar contra él, tenemos que poner un poco de orden en nuestra cabeza y decir al Señor: «He aquí, Señor, hasta dónde he llegado debido a mi forma insensata de vivir. Ahora comprendo y quiero corregirme, así pues, concédeme un crédito, dame las condiciones adecuadas para que tenga la posibilidad de repararlo todo, y me consagre a tu servicio».

Es lo mejor que podemos hacer. Pero rebelarnos, es estúpido. El sufrimiento no se presenta por casualidad, ni porque quiera vengarse o castigarnos; tan sólo es un servidor de Dios enviado para avisarnos.

Puesto que no podemos evitar el sufrimiento, es preferible soportarlo y avanzar en lugar de sufrir y quedarnos como estábamos. ¡ Cuántas personas sufren sin saber porqué! Y eso es lo horroroso: pasar pruebas, sufrir desgracias, sin comprender nunca porqué; y esto puede continuar así eternamente… Por lo tanto, en lo sucesivo, comprended por lo menos porqué sufrís, pues éste es el único medio que os liberará y os permitirá progresar.

DAD LAS GRACIAS POR LAS PRUEBAS

Cuántas personas, ante una prueba, comienzan rebelándose contra el Cielo: «¿Cómo? ¿Hacerme esto a mí?» Sí, precisamente a vosotros, y debéis aceptarlo intentando descubrir los elementos más útiles para vuestro avance espiritual. Sabed que debido al actual estado de desarrollo de la tierra y al grado de evolución en que se encuentra la humanidad, el hombre tiene que sufrir necesariamente. La tierra es como un lugar de corrección, y al mismo tiempo un centro de aprendizaje. El sufrimiento es pues inevitable, y si lo aceptáis, ponéis en actividad fuerzas escondidas que originan dentro de vosotros un trabajo inmenso. Cuando atravesáis un momento difícil, decíos que puesto que sois hijos de Dios, poseéis dentro de vosotros los medios para superar esta prueba.

Tenemos que amar las pruebas. Pero «amarlas» no significa buscarlas estúpidamente (de todas formas vendrán sin que las busquéis), sino que sólo significa: superarlas bien, y para superarlas bien tenemos que aprender a dar las gracias, a estar agradecidos, porque tienen un sentido , si nos rebelamos contra la justicia divina, aumentamos nuestras cargas; para aligerarlas, tenemos que dar gracias al Cielo. Diréis: «¡Cómo! ¿Dar gracias al Cielo cuando somos desgraciados, estamos enfermos, nos hemos quedado en la miseria? »

Sí, es un gran secreto: aún siendo desgraciados, debemos encontrar una razón para dar las gracias. ¿Sois pobres, miserables? Dad las gracias, dad las gracias, regocijaos de ver a los demás ricos, en la abundancia, y entonces veréis. . . Poco después se abrirán determinadas puertas y las bendiciones empezarán a derramarse sobre vosotros. Aprended a dar las gracias por las pruebas que os envían, es la mejor manera de transformarlas. Si os rebeláis, mostráis que sois orgullosos y no podréis transformar estas pruebas en oro y en piedras preciosas. Pero si decís: « Oh, Señor, gracias, ciertamente existe una razón para que esto me ocurra, habrá algo que aprender. No soy perfecto, debí cometer alguna tontería ». Gracias a vuestra humildad sentiréis de pronto que algo ha mejorado. Probadlo, y lo veréis. Es preciso comprender que debemos utilizar las dificultades y alegrarnos aunque no tengamos aparentemente ningún motivo para ello. Esta es una filosofía que os posibilitará dominar, superar todas las dificultades, tener dominio sobre la vida, ser dueño de todas las situaciones y ante vuestro poder, vuestra fuerza del alma, la Providencia dirá : « Quitadle este obstáculo, perdonadle este sufrimiento. . . » y un día permitirá que seáis liberados de todo aquello que os estorba.

LAS PRUEBAS NOS OBLIGAN A UTILIZAR NUESTROS PROPIOS RECURSOS

Muchos de los sufrimientos y de las pruebas que pasamos en la vida nos las envía el mundo invisible para obligarnos a emplear las fuerzas espirituales que poseemos. Cuando estamos saciados, somos ricos y estamos colmados de bienes, nos quedamos en la superficie de las cosas, mientras que la desolación y la tristeza nos empujan a interiorizarnos para encontrar nuevos recursos. El papel de la Iniciación es enseñar al hombre a penetrar en sí mismo para encontrar allí la verdadera riqueza, la verdadera fuerza, el verdadero sostén.

En otro tiempo, la Iniciación se hacía en los templos, ahora se realiza en la vida corriente y en los momentos en que menos lo esperamos. Pensaréis: « Pero, ¿por qué el mundo invisible no nos previene con antelación de las pruebas por las que tendremos que pasar? »Porque ante lo imprevisto nos vemos obligados a interiorizamos más profundamente y hacer mayores esfuerzos.

Todos tendréis que atravesar pruebas y es necesario que os alegréis por ello, pues representan riquezas. Todos los que no han sufrido son muy pobres, no tienen colores para pintar sus cuadros, simbólicamente hablando. Pero el que ha sufrido puede utilizar todas las sensaciones que ha vivido para pintar cuadros. Los grandes genios, todos los que han realizado algo importante en su existencia, han sufrido mucho. Poseían una tinta negra y de esa tinta negra han sacado los colores más bellos.

PENSAD QUE LOS SUFRIMIENTOS SON PASAJEROS

Ante cada dificultad que se presente, decíos: «¡Oh! no durará mucho. Es sólo un momento. Pasará enseguida». ¿Os sorprendéis? ¿No pensáis que esto puede ser eficaz? Sí, es una fórmula eficaz; yo lo he verificado. Sólo el pensar que las desgracias son pasajeras ayuda a soportarlas y por otra parte, así es, no durarán eternamente. ¿Una veintena, una treintena, una cuarentena de años? Bien. ¡Eso no es la eternidad! Sólo hay que tener paciencia. Por otra parte sois vosotros mismos, frecuentemente, quienes durante años habéis contribuido a encontraros en situaciones intrincadas. Ahí os mostrasteis pacientes, perseverantes, ¡sí, verdaderos ejemplos de perseverancia! Pues bien, también debéis mostraros pacientes para restableceros. Tanto el bien como el mal necesitan tiempo para manifestarse. Así pues, de ahora en adelante, cualesquiera que sean vuestras pruebas, decíos: «Sólo es un mal momento que hay que pasar, pronto no quedará nada de todo esto, pues tengo ahora los medios de rehacer el futuro y de vivirlo de una forma celestial » y os ponéis de nuevo a trabajar.

PARA SOPORTAR LAS DIFICULTADES, MIRAD HACIA LO ALTO

Cuando tenéis dificultades, estáis acostumbrados a concentraros en lo más bajo, a no pensar más que en ellas, a rumiar durante demasiado tiempo en todo lo que no marcha bien, en todo lo que os preocupa, os inquieta, os apena…Mirar sin cesar hacia abajo no es un buen método, hay que procurar mirar hacia arriba, donde se encuentran la luz, la sabiduría, la belleza, y todo lo que puede incitar a vuestra alma a descubrir los medios para superar las dificultades. Las preocupaciones, las penas existirán siempre, no os las ahorrarán. Para superarlas debéis actuar como lo hacéis contra las intemperies o contra los insectos: equipándoos. Contra la lluvia cogéis un paraguas, contra el frío os abrigáis o instaláis la calefacción, contra los mosquitos colocáis un mosquitero o utilizáis un insecticida.

Pues bien, contra las dificultades debéis mirar hacia lo alto para extraer la luz y la fuerza. Sólo de esta forma triunfaréis.

EL MÉTODO DE SONREÍR

Existe un método formidable para cuando no os encontráis en buen estado porque os habéis abandonado, porque habéis recibido malas noticias o porque os han fastidiado: se trata de serviros del poder de la sonrisa. Incluso cuando estéis solos, procurad sonreír para mostraros a vosotros mismos que estáis por encima de todas las dificultades. Pensad que sois invulnerables, inmortales, eternos y sonreíd como si pasarais ante un espejo. Esta sonrisa será quizás al principio un poco torcida, pero no importa, supone ya el comienzo de un mejoramiento. Pues detrás de este método de la sonrisa, está el método del amor. Tan pronto como os decidáis por este método os sentiréis inmediatamente mejor dispuestos, y estando mejor dispuestos encontraréis más fácilmente soluciones a vuestros problemas.

EL MÉTODO DEL AMOR

Cuando estáis agitados, angustiados, y os sentís desgraciados, procurad reaccionar. En lugar de corroeros o de ir molestando a los demás por todas partes, quedaos tranquilos y empezad haciendo algunas respiraciones profundas. Luego pronunciad una palabra amorosa, haced un gesto amoroso, enviad un pensamiento amoroso… Constataréis que lo que fermentaba y se pudría dentro de vosotros ha sido expulsado. Llamando al amor habéis abierto una fuente en vosotros; ahora dejadla trabajar, y lo purificará todo. Ved que fácil es, basta con abrir nuestro corazón para desencadenar el amor. Intentadlo y os preguntaréis porqué no utilizasteis este método antes. Oímos hablar del amor, y nos reímos ; jugamos con el amor en lugar de servirnos de él como un medio de salud.

Vivir amorosamente es vivir en un estado de conciencia muy elevado que se refleja en todos los actos de la vida, es un estado que lo armoniza todo dentro de vosotros, que os mantiene en perfecto equilibrio, un estado que es fuente de alegría, de fuerza, de salud.

LA LECCIÓN DE LA OSTRA PERLÍFERA

¿Cómo se las arregla la ostra para fabricar una perla? Al principio no es más que un grano de arena que ha caído en su concha y este grano de arena es una dificultad para la ostra, la irrita. «Ah, se dice, ¿cómo podría desembarazarme de él? Me raspa, me pica, ¿qué hacer? » Entonces empieza a reflexionar, se concentra, medita, pide consejo, hasta el día en que comprende que nunca conseguirá eliminar ese grano de arena, pero que puede envolverlo de manera que el grano se vuelva liso, pulido, aterciopelado. y cuando consigue hacer esto, es feliz, y se dice: «¡Ah, he vencido una dificultad!»

Desde hace millares de años, la ostra perlífera instruye a la humanidad, pero los hombres no han comprendido la lección. ¿Y cuál es esta lección? Que si nosotros consiguiéramos envolver nuestras dificultades y lo que nos contraría en una materia luminosa, amorosa, irisada, obtendríamos riquezas increíbles.

Esto es lo que tenemos que comprender.

Así pues, de ahora en adelante, en lugar de quejaros y de quedaros ahí corroyéndoos sin hacer nada, trabajad para segregar esta materia especial que puede envolver vuestras dificultades. Cuando os encontréis ante un acontecimiento penoso, ante una persona insoportable, alegraos diciendo: « ¡Dios mío, qué suerte, de nuevo un grano de arena, ya tengo una nueva perla en perspectiva! » Si comprendéis esta imagen de la ostra perlífera, tendréis trabajo para toda la vida.

SABED COMPARTIR VUESTRA FELICIDAD

Hay días en los que estáis maravillados: os sentís ricos, felices… ¿Acaso pensáis en ese momento en compartir vuestra felicidad con todos los que son miserables y desgraciados? Hay que saber dar algo de esta abundancia que habéis recibido, diciendo: «Queridos hermanos y hermanas del mundo entero, lo que poseo es tan estupendo que quiero compartirlo con vosotros. iTomad de esta felicidad, tomad de esta luz!

Si retenéis vuestra felicidad para vosotros mismos sin querer compartirla, determinados seres maléficos del mundo invisible que os acechan se las arreglarán para hacer que la perdáis, produciéndose entonces cualquier incidente imprevisto que os arrebatará esta dicha. Para conservar vuestras riquezas internas tenéis que distribuirlas. Todo lo que deis de esta manera, se ingresa en vuestra cuenta bancaria celestial, de donde podéis sacarlo más tarde, en caso de necesidad y estas riquezas quedan dentro de vosotros; nadie puede quitároslas porque las colocasteis en los depósitos de arriba.

EJERCICIO DE CONTROL EN LAS RELACIONES

Tenéis un patrón, un socio, un amigo y si, en una conversación, no estáis suficientemente atentos y dejáis escapar atolondradamente algunas palabras desafortunadas, entonces, de golpe, se rompen las relaciones: os despide, se separa de vosotros o decide no frecuentaros más y así aparecen las complicaciones, las penas… Decís que vais a tratar de repararlo: eso está bien, pero no siempre es posible, y os arriesgáis a que el proceso sea lento y costoso. Lo más razonable es comprender que hay que estar muy atento al principio para que la situación no se complique más tarde, por lo menos en lo que dependa de nosotros. Fuera, siempre habrá desorden, jaleos, y ante ello no podréis hacer prácticamente nada. No es tan fácil instalar la paz en el mundo. Pero en todo lo que os concierne, esforzaos por actuar de forma que preservéis el orden y la armonía.

Fuente: Textos recopilados de las páginas web Luz de Ilunum y Sieteluces, además de los canales de youtube Luz de ilunum y Editorial Sieteluces, textos propios y/o recopilados por el escritor e investigador José Antonio Iniesta Villanueva.