REGLAS DE ORO PARA LA VIDA COTIDIANA. POR OMRAAM MIKHAEL AIVANHOV

CURSOS DE LUZ

REGLAS DE ORO PARA LA VIDA COTIDIANA



Por Omraam Mikhael Aivanhov

ASEMEJAOS A LA FUENTE

La fuente fluye y brota sin cesar, e incluso si alguien quiere ensuciarla arrojando en ella basuras, continúa fluyendo y la corriente arrastra las porquerías. La fuente permanece siempre pura, siempre viva, porque no deja de fluir ni un solo instante.

¿Dónde encontraremos una filosofía superior a la de la fuente?

Tomad la fuente como modelo, volveos semejantes a ella, es decir, amad, amad a pesar de todo.

Este amor que brota os protegerá de las impurezas y de los sufrimientos; no os daréis cuenta aún cuando intenten ensuciaros y haceros daño, pues todo lo negativo que puede llegaros, la fuente lo arrojará.

Guardad dentro de vosotros día y noche esta imagen de la fuente que fluye y que desecha el mal y las impurezas, amad sin descanso, y ya no sufriréis más.

EL CIELO NOS HA DADO RIQUEZAS PARA QUE SEPAMOS MOSTRARNOS GENEROSOS

Si tenéis junto a vosotros seres difíciles de soportar es para que aprendáis a amar. Un día, cuando abandonéis la tierra y os presentéis delante de las entidades celestiales, os pedirán cuentas, diciéndoos : ¿Por qué no habéis tenido amor por vuestros semejantes? – Pues, porque eran feos, malos, estúpidos – No, esa no es una razón, habéis recibido del cielo grandes riquezas: unos ojos, una boca, unas orejas, una inteligencia, un corazón, y si os las han dado es para amar y no para calumniar, despreciar, saquear, pisotear. ¡Pero eran unos miserables!-Pues bien, justamente, ahí teníais una razón suplementaria para darles amor con más generosidad.» Nada podrá justificaros.

OLVIDAD A VUESTROS ENEMIGOS Y PENSAD EN VUESTROS AMIGOS

¿Han sido injustos con vosotros, os han criticado, calumniado? Sí, naturalmente, pero, ¿por qué os obcecáis en ello y os sentís desgraciados durante días y días? Decíos: « Aunque algunos no me amen, otros muchos me aman, ¡e incluso el Señor me ama! » Así pensaréis en vuestros amigos, en el mundo divino, en el Señor que ha creado tantas cosas hermosas y buenas, de las que os beneficiáis en cada momento de la existencia, olvidándoos del mal que os han hecho. Ejercitándoos de esta manera os volveréis insensibles hacia el lado negativo .La verdadera sensibilidad es una apertura total hacia el Cielo y una clausura respecto a todo lo que es negativo y tenebroso. Si no somos sensibles más que a lo negativo, caemos en la sensiblería, una manifestación enfermiza de la personalidad. ¿Qué felicidad podéis esperar cuando no existen para vosotros ni el Cielo, ni los ángeles, ni las flores, ni los pájaros, ni los amigos, sino sólo las personas ruines e injustas?

FORTALECEOS FRENTE A LAS CRÍTICAS

Os han criticado, calumniado y os sentís hundidos. ¿Por qué? Porque no estabais preparados .De antemano hay que saber que durante toda la vida ocurrirá lo mismo. ¿Por qué os imagináis que seréis una excepción? Así pues, enmendaos enseguida un poco y decíos que ciertamente no es la última vez que recibiréis críticas, y si hoy no hacéis nada para fortaleceros, cuando esto vuelva a producirse os sentiréis hundidos de nuevo. Seguramente estáis extrañados: queréis que os diga que esto no ocurrirá más, que en lo sucesivo, excepcionalmente seréis protegidos. Pues no, ¡sólo os digo que os preparéis para otras pruebas del mismo género! Debéis saber de antemano que pueden sobrevenir toda clase de acontecimientos desagradables. Si no se presentan, tanto mejor, dad gracias al Cielo; y si se presentan, dad todavía más gracias al Cielo porque, por lo menos, estaréis preparados.

SABED PONEROS EN EL LUGAR DE LOS DEMÁS

Los hombres raramente acostumbran a ponerse en el lugar de los demás y de ahí provienen muchísimos errores de juicio, muchísimas crueldades e injusticias. Nunca quieren abandonar su punto de vista: lo miden todo, lo calibran todo, se pronuncian sobre todo según sus gustos, inclinaciones y predilecciones, sin tener jamás en cuenta a los demás .y ahora que los medios de comunicación les permiten relacionarse tan fácilmente, es necesario que aprendan a ensanchar su limitado campo de conciencia, de lo contrario todo lo que podría servirles para acercarse más a los demás, les servirá para destruirse. Así pues, antes de acusar a alguien, intentad durante cinco minutos, por lo menos, poneros en su lugar, y a menudo os daréis cuenta de que, si estuvierais en su situación actuaríais diez veces peor que ellos. Si practicáis durante algunos minutos este ejercicio, adquiriréis cualidades de nobleza, de paciencia, de indulgencia, de dulzura. Haced, pues, este ejercicio: poneos por algunos minutos en la situación de todas las personas que os resultan desagradables y que no soportáis, y entonces veréis que no podréis dejar de comprenderlas y de amarlas.

ALGUNOS CONSEJOS RESPECTO A LOS NIÑOS

a) Estad atentos a la forma en que les habláis.

Los adultos no están suficientemente atentos a la forma como hablan a los niños. Algunos siguen tratándolos de incapaces, de malos estudiantes, de idiotas, y los niños, sugestionados, hipnotizados, se vuelven, al cabo de algún tiempo, realmente estúpidos e incapaces. Tenemos que saber que la palabra es poderosa, eficaz, y que lo que decimos a los niños puede influirles negativamente, bloquearles ,y asustarles. Frecuentemente son los adultos los padres, los educadores – quienes destruyen a los niños. Para conseguir que obedezcan, trabajen o estén quietos, ¿por qué amenazarles con el coco, el lobo, el guardia, u otras cosas por el estilo? Luego, durante toda su vida, estos niños corren el riesgo de sentirse amenazados, en peligro, y se convertirán en clientes asiduos de los psicoanalistas. Hay muchas cosas que los adultos deben corregir en cuanto a su actitud respecto a los niños.

b) Un método para desarrollar sus cualidades

Para ser buenos educadores, los padres deben pensar en todas las cualidades y virtudes que están escondidas en el alma y en el espíritu de su hijo.

En lugar de contentarse con darle algunas bofetadas o algunas zurras para enseñarle a no hacer ciertas tonterías, deben concentrarse sobre la chispa divina que habita en su hijo, esforzarse por desarrollarla, y así este niño hará más tarde maravillas.

Y cuando esté dormido, pueden ponerse junto a su cama, acariciándole, y sin despertarle, hablarle de todas las buenas cualidades que les gustaría que manifestase más tarde. Depositarán así en su subconsciente elementos preciosos que, cuando los descubra años después, le protegerán de muchos errores y peligros .

c) Cread alrededor de ellos una atmósfera armoniosa

Para educar a un niño, no basta con enviarlo a la escuela, por buena que ésta sea. Si en casa los padres dan a su hijo el espectáculo de sus disputas, sus mentiras, su deshonestidad, ¿cómo pueden imaginarse que van a educarlo?

Se ha observado que un bebé se ha puesto enfermo y ha manifestado trastornos nerviosos debido a las continuas peleas de sus padres, incluso sin haberlas presenciado. Estas disputas crean alrededor de él una atmósfera de desarmonía que el niño acusa, porque está todavía muy unido a sus padres. El bebé no es consciente, pero su cuerpo etérico es el que recibe los golpes.

Algunos padres se comportan de una forma tan inverosímil que uno no puede evitar el preguntarse si verdaderamente quieren a sus hijos. Ellos, evidentemente, dirán que los quieren. Pero no es así, porque si les quisieran cambiarían de actitud, procurarían al menos corregir sus debilidades, que se reflejan muy negativamente en sus hijos. Mientras no se esfuercen por conseguirlo, se puede afirmar que no los quieren de verdad.

d) Ofrecedles una imagen irreprochable

Los adultos deben ser intachables ante los hijos en todas las circunstancias, no mostrar ninguna debilidad, ningún defecto. Cuando los adultos (padres, educadores) muestran sus debilidades, los niños se sienten confusos, desorientados, pues no tienen nada a qué agarrarse. Los niños, por instinto, buscan siempre apoyarse en seres que encarnan la justicia, la nobleza, el poder, sienten una necesidad instintiva de justicia y de verdad, y cuando ven que los adultos que se ocupan de ellos cometen una acción reprensible, algo en ellos se altera. Al niño, que se siente débil y pequeño, le gusta sentir por encima de él una autoridad infalible que le proteja. Es totalmente ignorante, pero sabe que es débil, por eso tiene necesidad de protección y se acurruca contra su madre para sentir su calor. y no es sólo en el aspecto físico donde busca apoyo, sino también en el aspecto psíquico. Por eso cuando un niño comprende que su madre, su padre, sus parientes o sus instructores, sus profesores, no están a la altura de su misión, se siente perdido o se rebela… Este es el origen de muchas tragedias en las familias y en la sociedad.

e) Condiciones para que una corrección sea benéfica

Es mejor no pegar nunca a un niño. Excepcionalmente, si se lo merece, una bofetada o una zurra no pueden hacerle ningún daño, pero, ¡atención!

No peguéis nunca a un niño cuando estéis coléricos, de lo contrario grabaréis en su memoria una impresión de odio, de maldad, y no de justicia, cuando precisamente, para su buena educación, debe sentir que sois justos y que por eso le corregís.

Así pues, cuando tengáis que corregir a un niño, prestad también atención a vuestra mirada.

Vuestra mirada no debe expresar ira, ni hostilidad, ni ningún sentimiento negativo, porque el niño olvidará pronto la bofetada o la azotaina, pero nunca olvidará cómo le mirasteis.

A menudo, los adultos pegan a un niño porque están exasperados y han perdido la paciencia: es una reacción muy negativa. Las bofetadas y las zurras no deben ser dictadas por el nerviosismo de los padres el nerviosismo no es un sentimiento pedagógico-, sino por su deseo de hacer comprender al niño que tiene que respetar unas reglas por su propio bien.

EL PODER DE LA PALABRA DESINTERESADA

Cuantas personas, después de haber destrozado moralmente a alguien con sus críticas y sus reproches, todavía dicen: «Pero si yo he dicho esto por su bien, quería ayudarle y he sido sincero, y eso es todo!» En realidad, simplemente necesitaban expresar su irritación, su descontento, y tomaron como pretexto la sinceridad. ¿Por qué bajo los efectos de la cólera se vuelven de pronto sinceros? Podéis argumentar cuantas buenas razonas queráis, pero mientras vuestros móviles no sean verdaderamente desinteresados, espirituales, lo que digáis no producirá nunca efectos benéficos. Vuestras palabras no serán realmente poderosas y benéficas hasta el día que poseáis el dominio sobre vuestros pensamientos y vuestros sentimientos, de lo contrario cualesquiera que sean vuestras buenas intenciones para ayudar a los demás, no sólo dejaréis de ayudarles, sino que les haréis daño o les perturbaréis.

Fuente: Textos recopilados de las páginas web Luz de Ilunum y Sieteluces, además de los canales de youtube Luz de ilunum y Editorial Sieteluces, textos propios y/o recopilados por el escritor e investigador José Antonio Iniesta Villanueva.