‘El Ministerio del Tiempo’ viaja también por el espacio en su cuarta temporada alejada completamente de los platós. La serie de La 1, producida por RTVE en colaboración con Globomedia (THE MEDIAPRO STUDIO) y Onza, es una superproducción donde cada una de las secuencias de los nuevos capítulos se han grabado en localizaciones naturales.
El equipo de decoración encabezado por el director de Arte, Jorge de Soto, ha convertido la sala de Velázquez del Museo del Prado, la Granja de San Ildefonso de Segovia o el Jardín Botánico de Madrid en escenarios de televisión.
Un edificio de RNE reconvertido en Ministerio
El edificio de RNE en Arganda del Rey (Madrid), destacado exponente de la arquitectura de los años 50, acoge el nuevo Ministerio del Tiempo. Un Centro Emisor de Onda Corta que forma parte de la historia de las telecomunicaciones en España. La monumental escalera y sus grandes estancias son lugar de paso y reunión para los patrulleros y responsables del Ministerio. Allí están el nuevo despacho de Salvador, un inmenso archivo y las míticas puertas del tiempo.
‘El Ministerio del Tiempo’ ha situado a varios personajes históricos en los lugares donde sucedieron los hechos. Los espectadores verán al dictador Francisco Franco en la Quinta del Pardo donde ofrecía sus recepciones; y al rey Fernando VII en el Palacio de la Granja de San Ildefonso que recobró su esplendor durante su reinado. Mientras, las calles aledañas al Museo del Prado sirven de escenario a los sucesos de la Guerra Civil relacionados con la desaparición de los cuadros de la gran pinacoteca.
De palacios y castillos… a céntricos locales de copas
El Palacio del Marqués de Santa Cruz en el Viso del Marqués (Ciudad Real) se convierte en el ahora desaparecido Alcázar de Madrid del siglo XVII. Allí se presentan Alonso e Irene para solucionar un desaguisado que daría al traste con Las Meninas de Velázquez.
El Castillo de Guadamur en Toledo se transforma en el Palacio de Hampton Court, residencia real de María I y su esposo, un joven Felipe II, en la Inglaterra de 1554. Hasta allí viajarán Irene, Pacino y Alonso para salvar la vida de Isabel I.
En el Jardín Botánico de Madrid se recrea un parque del París de principios de siglo XX. Mientras España está devastada por la Guerra Civil, Irene pasea por los más encantadores paisajes parisinos en compañía de Clara Campoamor.
Una sala de copas madrileña sirve para ambientar el mítico Rock-Ola, lugar de reunión de todos los que fueron alguien en ‘La Movida’ de los años 80, donde Pacino y Lola se encontrarán con Pedro Almodóvar y su inseparable Mcnamara.
Muchas otras localizaciones completan los variopintos espacios de la cuarta temporada: el convento de San Francisco en Guadalajara, el aeródromo de Ocaña, el Palacio de Riofrío, o las calles más céntricas de Madrid se convierten en almacenes secretos de la posguerra, el aeródromo de Cuatro Vientos, los almacenes del Museo del Prado o coquetas terrazas parisinas.
Fuente: PRENSA RTVE