Navegando en un velero de cáscara de nuez
I
Viene la noche
Viene la noche y se cierne sobre los mortales, aunque sea a plena luz del día, porque por todas partes hay quebrantos y un mar de dudas que ahoga y se traga a los que no tienen certezas para proseguir en el camino de su existencia, o les ponen tantas zancadillas que están hartos de caerse de bruces y romperse la dentadura.
A veces, o siempre, más bien siempre, me lo cuentan y lo digo, me lo afirman y lo afirmo: cuando vas con más luz para iluminar caminos oscuros, cuando más te das al prójimo, más heridas recibes, aunque de todo pasa a los buenos y a los malos, pero tal vez es una cuestión de sensibilidad, de tener una llaga abierta que se vuelve a abrir con el más mínimo roce, o porque hay destinos extraños que se forjan como las más recias espadas, a fuego intenso y con duros golpes. O porque son pruebas en la vida de este gran experimento cósmico del que formamos parte.
Viene la noche y todo se vuelve oscuro, viendo cómo mueren tantas personas que quieres y que se van para siempre, aunque sólo es el siempre de este mundo, no el del otro, en el que creo firmemente. Así que tengo la certeza de que volveremos a encontrarnos al pie de un arco iris, bajo un árbol resplandeciente o asistiendo a uno de tantos conciertos que allí arriba dan los ángeles. Y nos abrazaremos como siempre y nos miraremos a los ojos, que serán de luz, como el resto de nuestra forma aparente, y volveremos a hablar de lo que nos apetezca, más allá del espacio y el tiempo que siempre confunde y entretiene.
Viene la noche y en verdad se percibe fácilmente cómo se expande el poder de los seres oscuros por el mundo, pero quiero seguir creyendo, aunque ahora mismo me cueste más que nunca, que la luz invisible que no hace acto de presencia, que se esconde o se asoma tímidamente, es infinitamente más fuerte. Y si no nos salva ahora lo hará cuando llegue la muerte…
Es extraño creer en la totalidad del infinito cuando se ve tanto vacío por todas partes. Es inquietante querer seguir teniendo esperanza cuando la desolación y las almas perdidas se propagan allá donde uno mire. Pero sigo y seguiré creyendo en la Luz, en su propósito divino y en el futuro que siempre hemos añorado, aunque ahora, más que nunca, me parezca tan lejano…
Enlace: https://www.sieteluces.com/viene-la-noche/
Fuente: Textos recopilados de las páginas web Luz de Ilunum y Sieteluces, además de los canales de youtube Luz de ilunum y Editorial Sieteluces, textos propios y/o recopilados por el escritor e investigador José Antonio Iniesta Villanueva.
