Hay tiempos concedidos para percibir la gloria con los cinco sentidos, e instantes entregados por el desafío para saber de la amargura de la vida y cada una de la consecuencias de ser mortal en una tierra de intensa densidad convertida en un auténtico campo de pruebas.
De vez en cuando caen como obuses en la trinchera calamidades que nos someten a una presión casi insoportable, y en otras ocasiones flores de todos los colores, versos de la poesía incontenible y una sinfonía de música que pone lágrimas en los ojos y el alma estremecida por el dulzor de las más exquisitas delicias.
Por todas partes hay claroscuros, reinos de luz y de tinieblas dando forma a los recuadros interminables de un ajedrez infinito en el que el rey y la reina están a años luz de distancia de todos los peones.
En cada aliento de vida hay un ramalazo de muerte y cuando uno quiere acariciar el pétalo de una rosa termina sangrando por la punzada dolorosa de la espina.
Pero en este juego de las dualidades estamos los voluntarios de un viaje interminable, aunque luego nos arrope el olvido necesario para ser libres a la hora de elegir el cielo o el infierno como destino.
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Fuente: Textos recopilados de las páginas web Luz de Ilunum y Sieteluces, además de los canales de youtube Luz de ilunum y Editorial Sieteluces, textos propios y/o recopilados por el escritor e investigador José Antonio Iniesta Villanueva.