ARTÍCULOS DE SIETELUCES.COM: INTRODUCCIÓN DE «LOS BARRENDEROS DEL MIEDO»

¿Y si todo aquello en lo que creemos fuera en gran medida fruto de un enorme engaño, de una inmensa conspiración para que la Humanidad no evolucione como le corresponde?



¿Y si la realidad que creemos percibir no fuera más que una burda quimera, un espejismo de nuestra percepción, resultado de los viles propósitos de grupos humanos de poder, por encima de los cuales hay desconocidas y oscuras inteligencias, cuya existencia escapa a lo que por lo general puede comprender un ser humano?

¿Y si realmente, de forma soterrada, la historia de la humanidad fuera un constante enfrentamiento entre seres con una clara identidad espiritual, comprometidos con un proyecto de lo más elevado, cuyo propósito es que la luz del conocimiento libere a los seres humanos, y otros cuya finalidad principal es todo lo contrario, que los hombres y mujeres de este planeta permanezcan dormidos, sin alcanzar plena consciencia de aquellos que mueven los hilos de su destino, por los que son engañados continuamente?

¿Y si la más densa oscuridad fuera el alimento de estos últimos, y por ello su actividad principal consistiera en crear el desaliento, la desesperanza, el conflicto, el enfrentamiento constante, el odio y el miedo, para nutrirse precisamente de eso?

En “Los barrenderos del miedo” la metáfora, el símbolo, el arquetipo y una historia que puede parecer un recurso de la imaginación más desbordada, han sido utilizados intencionadamente como una llamada de atención sobre los verdaderos propósitos de los manipuladores de la realidad, del gobierno oculto que ha tejido la más oscura de las urdimbres sobre la faz de la Tierra desde tiempos inmemoriales, de los verdaderos amos de este bellísimo planeta, que sería infinitamente más hermoso si ellos no hubieran hecho todo lo posible para que el conflicto permanente sea la característica principal del comportamiento humano a lo largo de miles y miles de años.

Este convencimiento de la existencia de un macrogobierno del mundo, que a su vez está manejado por los oscuros hilos de inteligencias más antiguas que la propia humanidad, lo tienen afortunadamente cada vez más personas que, poco a poco, despreciando el temor y la opresión, lo dan a conocer. Por mi parte, cumplo con el propósito personal de revelar lo que me ha sido permitido saber, con este libro y con el conjunto de mi obra, pues sólo a través de la disolución de las sombras, el verdadero Hombre-Mujer del futuro podrá elevarse desde los efímeros planos de la materia a través de la espiral de la ascensión constante.

Frente a los conceptos de amor, solidaridad y conocimiento compartido, que es la pura esencia de la Luz, se encuentra el odio, la insolidaridad y la ignorancia propiciada por la ocultación sistemática de las verdades supremas.

La resistencia a este indigno plan del embrutecimiento de los seres humanos ha existido desde siempre (la eterna pugna entre la luz y la oscuridad es una constante en el Universo, siempre en la danza suprema de la búsqueda del equilibrio). Muchos han dado su vida por hacer llegar hasta los demás la enseñanza de que existe un reino de la luz más allá de nuestras percepciones cotidianas, y de que la disciplina moral de la armonía interior conduce al paraíso desconocido del que procedemos. Nos han mostrado de infinidad de formas posibles las claves secretas para recorrer el sendero que nos conduce hasta el Supremo Creador, hasta una Conciencia de la Totalidad de la que procede todo lo conocido, sin mediador alguno, pues el único encuentro auténtico es siempre el que se establece entre el Creador y el ser creado, entre el Padre/Madre y el hijo, entre la Gran Manifestación y lo manifestado.

Estas valiosas aportaciones del conocimiento ofrecidas a la humanidad han sido sistemáticamente censuradas, ocultadas, eliminadas o manipuladas. Los grupos de poder que han pretendido impedir el acceso a estas fuentes de conocimiento son conocidos por infinidad de nombres, pero en última instancia, son el mismo, único y multiplicado con los más variados rostros a lo largo de la historia de la especie humana, y mucho antes de lo que conocemos por historia, cuando ni siquiera había forma de realizar una crónica de lo que estaba sucediendo.

En los tiempos que vivimos, los amos del mundo saben con angustia inconfesable que ha llegado el tiempo de su disolución, y se revuelven con auténtica ferocidad para que sigan durmiendo los durmientes, para que se debatan en la confusión los que han empezado a despertar de este largo sueño.

Más allá de lo que parezca Darreem de Hörm, esta ciudad y reino representa la pura esencia del imperialismo depredador, de la destrucción de la naturaleza, de la represión de la alegría y del sentido lúdico de la vida, de las guerras de conquista que llenan las arcas de los poderosos, de la perpetuación de la pobreza y de la enfermedad con toda intencionalidad, de la brutalidad de los seres que niegan a la humanidad el valor de la risa, de la fraternidad, del derecho a ser diferente, de la libertad de culto y de la capacidad de acceder al verdadero reino de los sueños más hermosos, a otras dimensiones, a los planos elevados de donde procede la Luz que haría posible liberarnos de nuestros opresores.

Entre líneas hay infinidad de alusiones a la realidad que vivimos, claves secretas para reconocer el rostro de los gobiernos más indignos. Pero sin necesidad de recurrir al misterio indescifrable, el final de esta historia nos acercará a la posible realidad de los grandes camuflados, las esencias camaleónicas cuya astucia ha desarrollado infinidad de métodos para que el mundo no sepa que existen…

A pesar de todo, es la historia de una enorme esperanza, de un conjuro para propiciar la alegría, con un mensaje claro y diáfano: la única forma de saber contra qué luchamos es conociéndolo, reconociendo el rostro que se esconde tras la infinidad de máscaras. Y para triunfar, sólo hay un camino: no luchar con sus propias armas, para no concederles precisamente el alimento que los nutre y los hace poderosos.

La Luz y el Amor, que son dos formas de definir una misma esencia, son la clave para disolver, de una vez por todas, el imperio de las sombras. La luz nos concede el conocimiento, el gran remedio contra la oscuridad de la ignorancia: sólo el que sabe puede defenderse y obrar en consecuencia, descubriendo las auténticas leyes de la Creación. El amor, por su parte, propicia la armonía y la paz, ilumina, y su emanación crece y crece sin cesar. Cuando se alcanza la iluminación ya no reina la oscuridad.

El mensaje es sencillo y claro de entender, pero obrar es más complejo: es responsabilidad de aquellos que son capaces de despertar, abrir los ojos y confiar en el futuro que harán posible transformando la realidad en la que viven, obrando la magia de creer en otra forma de percibir la manifestación del Universo en nuestras vidas.

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Fuente: Textos recopilados de las páginas web Luz de Ilunum y Sieteluces, además de los canales de youtube Luz de ilunum y Editorial Sieteluces, textos propios y/o recopilados por el escritor e investigador José Antonio Iniesta Villanueva.