ARTÍCULOS DE SIETELUCES.COM: ACARICIANDO EL AIRE V

En Enlazador de Mundos Entonado Blanco.



Cuando lo das todo, las manos se te llenan; cuando mueres simbólicamente, renaces con más fuerza…

Quinto día de mi onda encantada del Viento.

Acariciando el aire
V

José Antonio Iniesta

Luna Galáctica

No hay nada peor en el viaje más hermoso, que una mochila pesada que te arrastra hasta caerte al suelo, que te clava en la tierra y te impide recorrer ese sendero que te habla con la voz de las piedras, con el canto de los grillos, señalándote la brújula de la rosa de los vientos con el vuelo de la libélula, que te guía en la noche, con la luz encendida del candil natural de la luciérnaga.

Hay que dejarse llevar, convertido en un ciego del mundo que recobra la vista capaz de reconocer el verdadero sendero.

Y para eso está la carta de tarot del loco, del chamán que se come a dentelladas la lógica para emprender verdaderamente el vuelo.

No se abren los caminos del espíritu a los que no están dispuestos a morir un poco cada minuto, a afrontar el vértigo inconfesable de otras realidades.

No es el viaje interminable para los buscadores de mesa camilla, para los que están acostumbrados a que se les sirva la existencia en bandeja de plata.

¿Te has puesto a pensar por qué toda pregunta a veces tiene cien respuestas,

por qué los caminos se cruzan,

por qué las aguas son diferentes siendo siempre las mismas?

¿Has escuchado el susurro del viento,

que te habla en tantas lenguas,

sin parecerse a ninguna?

¿Has imaginado lo que puede existir al otro lado de ninguna parte,

en un tiempo que no es medible,

en un suspiro que no es traducible?

La dimensión del espíritu no es la de los ojos abiertos,

la del puño cerrado,

la del corazón bloqueado.

Los colores de la aurora no se deben al pincel de un ser humano,

y no habrá ningún día en que sean iguales a los de otro.

Tampoco pueden ser reflejados tal como son en ningún lienzo.

Recuerda el ermitaño de sí mismo la leyenda de la olla de oro, al pie del arco iris, que siempre se escapa por más que uno la quiera coger con las manos. Pero ahora sabe que la trampa está en la prisa, en el espejismo del espacio. Comprende que sólo con sentir que ha llegado, el viaje ha terminado. No es cuestión de atrapar algo con la mano cerrada, sino de recibir el regalo con la mano abierta. Se puede tener el vuelo de la mariposa en la memoria, sin necesidad de quitarle la vida al atraparla.

Más allá de la mezquina muerte que provoca el miedo

está la oportunidad de ser libre,

de no temer a la aparente inexistencia del Vacío.

En cada punto de la materia

está la Totalidad de lo Existente.

Siempre quedan fuerzas para hacer lo imposible…

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Fuente: Textos recopilados de las páginas web Luz de Ilunum y Sieteluces, además de los canales de youtube Luz de ilunum y Editorial Sieteluces, textos propios y/o recopilados por el escritor e investigador José Antonio Iniesta Villanueva.