SUSPIROS DE COLOR VIOLETA, DE JOSÉ ANTONIO INIESTA, UN LIBRO DE LO MÁS ENIGMÁTICO

Recuerdo el prólogo que le hice en 1999 a raíz de la publicación de su novela El enigma de las siete luces, en el que empezaba diciendo: “¿qué se puede decir sobre los enigmas de un libro donde todo él es un enigma?”. Y allí estaban presentes Uf y Khalima, dos entidades emblemáticas en la vida de su autor: José Antonio Iniesta, todo un enigma en sí mismo. Sólo hay que estar en su casa de Hellín para darnos cuenta de que estos dos espíritus protectores están por todos los lados, como estandarte de un antes y un después en su vida.



Y desde entonces, desde aquel libro, han pasado unos cuantos años que han servido para acrecentar una amistad milenaria, porque seguro que ya hacíamos de las nuestras en la Atlántida y otras vidas pasadas. Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos, decía el poeta Neruda, pero a la vez seguimos teniendo lo más esencial de nosotros mismos. José Antonio Iniesta se ha metido, a lo largo de este tiempo, en más aventuras espirituales, iniciáticas, chamánicas y literarias. Él no sabe estar quieto, estar parado en un punto fijo del Universo cuando todo a su alrededor se mueve. Ha viajado a Turquía, México, Perú, al Amazonas… Ha recorrido países que aún conservan intactos sus centros de poder, ha hablado con hombres de conocimiento, ha participado en ceremonias y rituales sagrados, ha estado llamando en las puertas de la percepción, ha penetrado en los mundos sutiles, ha leído los registros akáshicos y luego ha regresado para contárnoslo.

Y ahora nos presenta un nuevo libro, una antología de relatos de su mejor cosecha y no se dejen engañar por las apariencias. No son relatos fruto de su imaginación. Nada de eso. En uno de ellos interviene un servidor en una noche de tormenta eléctrica donde los duendes, dragones y espíritus de las nubes nos pusieron en aprietos. Recuerdo la ilusión que me hizo no sólo leer ese relato en el que recrea magistralmente nuestra noche de rayos y centellas por tierras manchegas, sino por formar parte del mismo, por dedicármelo, por sentirme protagonista del prodigio. Esta es una de las constantes de Iniesta: su entrega, su pasión, su generosidad, su buen hacer, su arte y su “duende”. Sí, porque en todo aquello que hace y escribe pone algo de sí mismo, todo tiene su “duende” y hasta su “ángel”, y esas cosas ocurren cuando salen desde dentro, desde el corazón, y corazón, les aseguro, tiene mucho mi amigo Iniesta. Y cuando digo lo del ángel lo digo con todo conocimiento de causa, ya que en otro de sus relatos aparece Uriel, quien, junto con Uf y Khalima, son seres recurrentes en su vida y en su obra.

No conozco a nadie con tanta vitalidad, con el secreto de estirar el día para que tenga 25 horas, con la capacidad de trabajo para poder realizar tres o cuatro actividades a la vez y todo sin desatender a su familia, una esposa y dos hijos que brillan con luz propia formando todos ellos una Unidad, un perfecto equilibrio.

Su vida en este planeta es de entrega. Ha venido para contarnos historias, milagros, prodigios y encuentros, para abrirnos caminos, para que compartamos con él el sabor de una pequeña muestra de experiencias que siempre ha puesto por escrito. Nada es improvisado en Iniesta, ningún cuento es insignificante, ninguno obedece a las leyes del azar, sino a las de la sincronicidad. Cada página y cada frase, les puedo asegurar, está alambicada, está pensada de mil formas para luego ser expresada de esa manera. Esa energía y esa entrega sin límites es lo que hace que tenga una producción literaria inmensa, no toda ella publicada aún. Es una energía que le desborda, que se manifiesta en las ganas de hacer partícipe a todo hijo de vecino de lo que sabe y lo que siente. Las ganas de contar una buena historia, las ganas de hacernos disfrutar con unos momentos de eternidad que él ya previamente ha vivido.

“Suspiros de color violeta” son, como dice el subtítulo, relatos de una esencia mágica. Y no es un mero juego poético. Es una realidad -y mucho ojo con esta palabra- que comprobarán en el momento que se adentren en cualquiera de sus 13 relatos, ni uno más ni uno menos. Porque 13 no es un número de la mala suerte como han querido decirnos algunas tradiciones occidentales, 13 es un número sagrado para los mayas y para otros pueblos del mundo.

Si queremos conocer algo más de la personalidad de Iniesta no sólo hay que acudir a sus conferencias, hay que conocerle en persona y dejarnos fluir por las coordenadas del espacio-tiempo mientras va desgranando algunas de las peripecias que le ha tocado vivir, pero como eso será difícil para muchos de sus lectores, les recomiendo que se lean estos relatos que son consustanciales a él. Tal vez así comprendan que tiene una concepción trascendente de la vida -que comparto- y eso le hace ver lo maravilloso en cada acto, en cada gesto, en cada anécdota, en cada situación. Todo está relacionado por hilos invisibles y eso -que algunos sabemos de sobra- él lo pone por escrito y lo recrea dentro de un contexto mágico. No tiene que recurrir a la fantasía porque la vida misma da los suficientes argumentos para que no tengamos que buscar otros. Lo que para la mayoría pasaría desapercibido, para Iniesta es un motivo de elogio, de júbilo o de reflexión, es una chispa, un guiño, un fogonazo, una luz, un argumento para un relato, es una ocasión para meditar…

Sus relatos son un reflejo en el espejo de su interminable búsqueda por los caminos del conocimiento, por la vía húmeda y la vía seca de los alquimistas, por los senderos de la mano derecha y de la mano izquierda, como dirían los sabios de Oriente. Todos ellos confluyen en un mismo punto, en la fusión con lo Absoluto, y se juntan en el infinito. Cuando se sabe que nada es casual, que la historia de la humanidad está constituida por ciclos y que cada ser humano es único, irrepetible e imprescindible en ese Plan Cósmico urdido desde eones de tiempo, entonces ya nada es lo que parece. Todo encaja, todo vibra en la dirección correcta, todo se vive de distinta manera cuando el vivir lo convertimos en un arte.

Y ya saben, nada mejor que empezar a poner en práctica todo eso. Y de momento les sugiero que empiecen leyendo este libro, estos suspiros literarios que él nos ofrece como el que da lo mejor de sí mismo. Cada uno de los trece relatos de mi querido chamán José Antonio Iniesta, se deben leer con devoción, como el que mira al trasluz una gema preciosa buscando las vetas y todas las tonalidades de color que nos sugiere. Les invito, por tanto, a que saboreen, sin prisas, porque el tiempo no existe, estas raras “flores azules” con sus dosis justas de aroma, amor, humor y sentimientos que ha plasmado el autor en cada una de ellas, algo que no todo el mundo puede realizar con la maestría que él lo hace.

Jesús Callejo Cabo

Jesús Callejo Cabo nace el 15 de enero de 1959 en Valderas, un pueblo del sur de la provincia de León. Tras licenciarse en Derecho por la Universidad de Valladolid, ejerce durante 15 años varios puestos en la Administración Pública en materias jurídicas, hasta que pide la excedencia voluntaria y desde entonces se ha dedicado a viajar por España y el resto del mundo, a escribir libros, publicar artículos, dar conferencias y convertirse en un divulgador e investigador de las leyendas, las tradiciones y la historia más insólita.

Tiene en su haber más de una veintena de libros sobre temas relacionados con seres y lugares en los que casi nadie cree, viajes mágicos por los mundos visibles e invisibles de Gaia, enigmas de la literatura, el origen sagrado de las fiestas populares y, en general, sobre tradiciones y costumbres relacionadas con plantas y criaturas místicas y míticas.

Algunos de sus libros son: “Guía de los seres mágicos de España (Duendes, Hadas y Gnomos)”, “Breve historia de la brujería”, “Secretos medievales”, “Las profecías del Tercer Milenio”, “El alma de las flores”, “Fiestas Sagradas” o “Misterios de la Edad Media”. Además, una novela juvenil: “Los enigmas del País Borroso” y un libro infantil, ilustrado por Tomás Hijo, titulado “Viajes por la España Mágica del profesor Pumperickel y su ayudante Juanito”.

Entre las numerosas actividades que ha desarrollado se encuentran la de colaborador habitual de las principales revistas especializadas del mundo del misterio como son “Año Cero”, “Enigmas del Hombre y el Universo” y “Más Allá de la Ciencia”, como miembro del programa La Rosa de los Vientos, en Onda Cero Radio, durante 15 años y colaborador del programa de Cuarto Milenio (Cuatro TV) y en la UNED TV.

También ha destacado como creador de la iniciativa turística “Anima Mundi: rutas por la Iberia Mágica”, del “Museo de la España Mágica” ubicado en Toledo, y como director y presentador del programa radiofónico “La Escóbula de la Brújula”.

Fuente: Textos recopilados de las páginas web Luz de Ilunum y Sieteluces, además de los canales de youtube Luz de ilunum y Editorial Sieteluces, textos propios y/o recopilados por el escritor e investigador José Antonio Iniesta Villanueva.