A principios del siglo XX, la familia Romanov están en el corazón de la vida rusa. El Zar Nicolás ha estado en el trono desde 1894, casado con una princesa de origen alemán, la zarina Alejandra y con cinco hermosos hijos, Olga, Tatiana, Anastasia, Marie y Alexei, son vistos como la familia real perfecta. Pero para 1917, cuando estalla la revolución bolchevique son hechos prisioneros y brutalmente ejecutados por un pelotón de ejecución comunista.
Desde hace más de noventa años se desconocía el paradero de sus cuerpos hasta que un equipo de arqueólogos descubrió una tumba en algún bosque denso cerca de Ekaterimburgo. En 1991, después de las pruebas de ADN y una muestra recuperada del príncipe Andrés, un pariente de los Romanov, los científicos han confirmado la autenticidad de los huesos.
Aparte de este importante avance, también se descubrió que dos de los cuerpos habían desapareciendo de la tumba, alimentando la especulación de que dos de ellos han sobrevivido, tanto Alexis como Anastasia tuvieron numerosos imitadores añadiendo todavía más misterio a la tragedia.
Fuente: Textos recopilados de las páginas web Luz de Ilunum y Sieteluces, además de los canales de youtube Luz de ilunum y Editorial Sieteluces, textos propios y/o recopilados por el escritor e investigador José Antonio Iniesta Villanueva.