Ave Fénix
Poemas de la esperanza contra el coronavirus
LXXVII
Suena una canción de dulzura inexpresable
29 de mayo de 2020
José Antonio Iniesta
Este aire que me eleva por encima de los espejismos
me lleva hasta ese rincón del alma en el que habito
para tejer con suspiros una oración en todas las lenguas.
Siempre estará la cima de una montaña que me proteja,
a medio camino entre la tierra de los valles y las estrellas,
para aullar como un lobo en las noches de luna llena.
En este destierro de las calles de hormigón y acero
se están abriendo caminos que antes eran invisibles,
los umbrales de cuarzo que llevan al cielo prometido.
El viento borra mis huellas grabadas en la arena
con la melodía secreta que destila el elixir de mi alma.
Ya se escucha el redoble de un tambor de piel de venado,
latido del corazón del peregrino que cruzó al otro lado.
Suena una canción de dulzura inexpresable
en el círculo de piedra que me recuerda por mi nombre,
allá donde comienza el viaje que te lleva a todas las partes.
Estoy en paz para llegar descalzo al prado con aroma de espliego
y aliviar la carga insoportable del trasiego de toda una vida.
Quiero desplegar las alas del espíritu como el águila hace,
el silencio se ha grabado en las rocas de un santuario,
su puerta la dejaré abierta para quien quiera seguirme…
Fuente: Textos recopilados de las páginas web Luz de Ilunum y Sieteluces, además de los canales de youtube Luz de ilunum y Editorial Sieteluces, textos propios y/o recopilados por el escritor e investigador José Antonio Iniesta Villanueva.