Un gran misterio: Júpiter pierde un cinturón
En un sorprendente acontecimiento que ha transformado la apariencia del planeta más grande del sistema solar, uno de los dos cinturones de nubes más importantes de Júpiter ha desaparecido por completo.
Se busca: Cinturón gigante de nubes de color marrón lo suficientemente grande como para tragar veinte veces la Tierra. Quien lo encuentre, por favor devuélvalo a Júpiter.
Mayo 20, 2010: En un acontecimiento que ha transformado la apariencia del planeta más grande del sistema solar, uno de los dos principales cinturones de nubes ha desaparecido por completo.
«Este es un evento mayúsculo», dice el científico planetario Glenn Orton, del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL, por su sigla en idioma inglés), de la NASA. «Estamos siguiendo muy de cerca la situación pero aún no comprendemos por completo lo que está ocurriendo».
Estas imágenes de Júpiter, tomadas por el australiano Anthony Wesley, quien se dedica a fotografiar el cielo, revelan que el SEB (South Equatorial Belt o Cinturón Ecuatorial Sur, en idioma español) se veía en agosto de 2009, pero en mayo de 2010 ya no se ve. Imágenes individuales: 4 de agosto de 2009; 8 de mayo de 2010.
Conocida como Cinturón Ecuatorial Sur (SEB, por su sigla en idioma inglés), la franja de nubes marrón tiene un ancho que equivale al doble del tamaño de la Tierra y una longitud veinte veces mayor. La pérdida de tan enorme «franja» puede ser vista fácilmente desde un extremo del sistema solar.
«Con telescopios de cualquier tamaño, o incluso con binoculares grandes, se ha observado que la apariencia singular de Júpiter siempre ha incluido dos cinturones ecuatoriales anchos», dice el astrónomo aficionado Anthony Wesley, de Australia. «Recuerdo haberlo visto cuando era niño a través de mi pequeño telescopio refractor, y era inconfundible. Sin embargo, cualquiera que apunte su telescopio hacia Júpiter en este momento observará a un planeta con una sola franja; una imagen muy rara».
Wesley es un experto en la observación de Júpiter; es famoso por haber descubierto un cometa que colisionó con dicho planeta en 2009. Como muchos otros astrónomos, a finales del año pasado, se dio cuenta de que el cinturón estaba desapareciendo, «pero ciertamente no esperaba que desapareciera por completo», expresa. «Júpiter continúa sorprendiendo».
Orton piensa que el cinturón no se ha ido, sino que sólo se encuentra escondido debajo de algunas nubes superiores.
«Es posible», plantea, «que algunos ‘cirros de amoníaco’ se hayan formado por encima del SEB, provocando de este modo que éste quede escondido». En la Tierra, tenues cirros blancos se forman a partir de cristales de hielo. En Júpiter, se puede formar el mismo tipo de nubes, pero los cristales están compuestos por amoníaco (NH3), en lugar de agua (H2O).
¿Qué podría provocar tan enorme brote de «cirros de amoníaco»? Orton sospecha que cambios en los patrones de los vientos globales habrían traído material rico en amoníaco hacia la zona clara y fría que se encuentra sobre el SEB, creando así el marco idóneo para la formación de nubes heladas a gran altura.
«Me encantaría mandar una sonda para descubrir qué es lo que realmente está sucediendo».
Ciertamente, la atmósfera de Júpiter es un misterioso lugar que al explorarlo podría proporcionar muchos beneficios. Nadie sabe, por ejemplo, por qué la Gran Mancha Roja es roja —o qué es lo que ha mantenido a esta desenfrenada tormenta durante tantos años. La teoría tampoco explica por qué este par de cinturones gemelos son de color marrón, ni por qué uno desaparecería mientras que el otro permanece. «Tenemos una lista muy larga de preguntas», dice Orton.
Esta no es la primera vez que el SEB se desvanece.
«El SEB se desvanece en intervalos irregulares, los más recientes tuvieron lugar en: 1973-75, 1989-90, 1993, 2007 y 2010», explica John Rogers, director de la Sección de Júpiter de la Asociación Astronómica Británica. «La atenuación de 2007 duró relativamente poco, pero en los demás años el SEB desapareció casi por completo, al igual que ahora».
El retorno del SEB puede ser dramático.
«Podemos esperar un espectacular despliegue de tormentas y vórtices cuando comience la ‘resucitación del SEB'», comenta Rogers. «Siempre comienza en un solo punto y, desde allí, el disturbio se extiende rápidamente alrededor del planeta; a veces se vuelve incluso espectacular para los astrónomos aficionados que observan al planeta a través de telescopios de tamaño mediano. Sin embargo, no podemos predecir cuándo o dónde comenzará. De acuerdo con la experiencia de ocasiones anteriores, podría suceder en cualquier momento de los próximos dos años. Esperamos que ocurra en los próximos meses para que todos podamos tener un buen espectáculo».
«Yo estaré observando en toda oportunidad que tenga», dice Wesley. «Su resurgimiento será muy probablemente repentino y drámatico, con grupos de tormentas que circulan alrededor del planeta, que aparecen en un intervalo de semanas».
Y claro, dice Orton, «cualquiera puede ser el primero en presenciar el regreso del SEB».
Júpiter aparece brillante en el cielo occidental, justo antes del alba: mapa del cielo. Apunte su instrumento al «lucero de la mañana» y… ¿ese será realmente Júpiter? ¡Que tenga una excelente observación!
Fuente: Textos recopilados de las páginas web Luz de Ilunum y Sieteluces, además de los canales de youtube Luz de ilunum y Editorial Sieteluces, textos propios y/o recopilados por el escritor e investigador José Antonio Iniesta Villanueva.