VIBRACIONES DEL BIEN Y MAL
Libro de la Vida Verdadera
PROFECÍAS Y OTROS TEMAS
02-040.081 Sabed que, el mal surgió del hombre, de sus flaquezas, y que a medida que fue creciendo en número la humanidad, así como sus imperfecciones y pecados, la fuerza o influencia del mal fue aumentando. Esa fuerza, formada por pensamientos, ideas, sentimientos y pasiones, comenzó a hacer sentir su influencia en los hombres y éstos llegaron a creer que se trataba de un espíritu que seguramente era la representación del mal, sin darse cuenta de que esa fuerza está formada por sus imperfecciones.
03-076.034 He aquí por qué os he dicho que no conocíais la fuerza del pensamiento. Hoy os digo que el pensamiento es voz y es oído, es arma y es escudo. Lo mismo crea que destruye. El pensamiento acorta la distancia entre los ausentes y encuentra a los que había perdido. Conoced vuestras armas antes de que la lucha comience; el que sepa prepararse será fuerte e invencible. No será necesario que esgrimáis las armas homicidas. Vuestra espada será el pensamiento limpio y puro, y vuestro escudo la fe y la caridad. Aún en el silencio resonará vuestra voz como mensaje de paz.
06-152.024 De aquel mundo invisible que palpita y vibra en vuestro propio mundo, parten influencias que tocan a los hombres, ya sea en su mente, en sus sentimientos o en su voluntad, convirtiéndolos en siervos sumisos, en esclavos, en instrumentos, en víctimas. Por doquiera surgen manifestaciones espirituales y sin embargo, el mundo sigue sin querer darse cuenta de lo que rodea a su espíritu.
07-182.021 En las grandes obras humanas está la influencia y la labor de seres espirituales elevados que trabajan y vibran continuamente en los entendimientos, inspirando o revelando lo desconocido a sus hermanos encarnados.
07-182.022 Por eso en todo tiempo diré a los sabios y a los científicos: No podéis jactaros de lo que comprendéis ni de lo que hacéis, porque no todo es obra vuestra ¡Cuántas veces sólo servís de instrumento a aquellos espíritus de quienes os hablo! ¿No os habéis sorprendido muchas veces del alcance de vuestros descubrimientos? ¿No os habéis confesado interiormente impotentes e incapaces de intentar lo que ya habéis realizado? Pues ahí tenéis la contestación. Entonces, ¿Por qué os engrandecéis? Sabed que vuestra labor es guiada por seres superiores. Nunca tratéis de modificar sus inspiraciones, porque ellas siempre van encaminadas al bien.
08-214.031 La forma de luchar contra las malas influencias de aquel mundo más numeroso y fuerte que el vuestro, es la de orar, la de permanecer fieles a los dictados de mi Doctrina y la firmeza en el bien. El que lucha con estas armas no sólo a sí mismo se liberta, sino también salva y liberta a sus hermanos.
08-235.077. Y cuando esté la Humanidad preparada, mi voz vibrará en toda conciencia, y los hombres verán que no existe otro poder, otra justicia y otra sabiduría como la mía.
10-307.049. Cierto es que ya muchos hombres han reconocido las señales de mi nueva venida, que escudriñan las escrituras en busca de profecías, que sienten que las pruebas que hoy pesan sobre la humanidad hablan del juicio del Señor; me buscan, me esperan, me desean, pero no saben que mi vibración divina ya está entre los hombres, ignoran la forma en que me he manifestado a este pueblo y la forma en que estoy vibrando sobre toda materia y sobre todo espíritu.
11-312.059. ¿Queréis gozar de la vista invisible, así como de la influencia de los seres espirituales de luz? ¿Queréis asimismo libraros de quienes habitan en las sombras de su materialismo y de su confusión? Pues Yo os digo que el secreto consiste en llevar una vida tranquila, sencilla, en vivir con amor, en cultivar en vuestro hogar la simiente de la virtud.
11-314.017. Luchad, discípulos, formad en el corazón de mis hijos un reino de paz, desde el cual puedan vivir en un mundo mejor, un mundo fuerte, no como el que hoy me presentan frágil, porque con un débil soplo o conmoción de los elementos, Yo podría destruir la obra vanidosa y soberbia de los hombres; pero es la obra de mis hijos y la respeto, permito que dé sus frutos, porque sé que al fin hastiados de sus obras, aceptarán las enseñanzas de mi amor.
11-317.047. ¡Oh, sí vosotros supieseis el valor que aquella influencia tiene en vuestra vida! Seríais más dóciles, más humildes y más obedientes a sus llamados y a sus indicaciones. Pero sois criaturas de poca fe, porque quisieseis palpar y ver con vuestros sentidos corporales la vida espiritual y como no lo habéis logrado, os habéis sentido defraudados en vuestra fe.
11-317.048. En verdad os digo que si fuese cierta vuestra fe, no necesitaríais palpar con los sentidos de la carne la presencia de lo espiritual; porque entonces sería el espíritu el que percibiría con su sensibilidad sutil, aquel mundo que vibra sin cesar en torno de vosotros.
11-319.014. Hoy no miréis más allá de vuestro mundo, que no salga vuestro espíritu, ni vuestra mirada, ni vuestra mente a escudriñar lo que no os corresponde todavía, y que solamente recibáis lo que os corresponde, con respeto y obediencia, por medio de la oración, de la elevación que os conduce a Mí y a mi Mundo Espiritual consagrado a protegeros. Por esa elevación, por el aprovechamiento que tengáis de lo que en este tiempo Yo os revele, alcanzaréis a conocer lo que hoy queréis saber por curiosidad y que el mañana sabréis por justicia, por recompensa, por galardón ¡Oh discípulos amados del Señor!
11-319.027. Sí mi pueblo. y hablaré de cerca a vuestro oído espiritual y me veréis todos, y esas manifestaciones claras que Yo os dé, que hoy no sabéis en qué forma serán, vendrán en forma definitiva y clara para levantaros en el camino, serán vuestro baluarte, vuestro aliciente, para que nunca creáis que vais caminando solos. Yo os sorprenderé en los caminos, en vuestro cumplimiento espiritual, en el cumplimiento material y también en vuestras faltas. Yo escogeré el momento oportuno para hacerme presente en el camino de cada uno de mis discípulos. Yo estaré presente y manifiesto en vuestras reuniones y sentiréis mi calor, el hálito de mi Espíritu y recibiréis mis inspiraciones.
11-321.038. Cuando mi voz se haga oír en forma espiritual en la humanidad, sentirán los hombres vibrar algo que siempre había estado en ellos, aunque sin poderse manifestar con libertad. Será el espíritu quien, animado por la voz de su Señor, se levante respondiendo a mi llamado.
11-321.049. Abrid vuestros ojos y dulcificad vuestros sentidos para que percibáis a ese mundo invisible que vibra en torno vuestro. Os habéis empeñado en ignorar esa vida espiritual que palpita sin cesar dentro, fuera y sobre de vosotros, sin imaginaros que estáis tan íntimamente ligados a ella, como lo estáis al aire que respiráis.
11-321.056. Pues bien, discípulos: Entre unos y otros seres existe una lucha intensa, una lucha que no contemplan vuestros ojos corporales; pero cuyos reflejos se hacen sentir día a día en vuestro mundo.
11-321.057. Para que esta humanidad pueda defenderse y librarse de las malas influencias, necesita tener conocimiento de la verdad que le rodea, necesita aprender a orar con el espíritu y también saber de cuantos dones está revestido su ser, para poder emplearlos como armas en esta gran batalla del bien contra el mal, de la luz contra las tinieblas, de la espiritualidad contra el materialismo.
11-325.058. Ved cómo un poder invisible se está manifestando en cada día en vuestro mundo. Sentid la presencia del tiempo del juicio entre los hombres, mirad cómo todo está siendo preparado para la batalla final, en la que todas las pasiones humanas que luchan contra el bien y la verdad, serán vencidas, quedando aniquiladas para dar paso a nuevos sentimientos y nuevos ideales.
11-326.007. ¡Sí, discípulos! El llanto en los instantes de vuestra meditación es prueba de sincera emoción y cada lágrima es más elocuente que mil palabras, de las más hermosas y expresivas de vuestro idioma. Pero no en todos se manifiesta por medio de lágrimas el llanto del espíritu, el arrepentimiento o el gozo. En muchos de mis hijos ese sentimiento es interior, oculto, callado, visible sólo para Mí. Ellos parecerán insensibles o impasibles; pero su corazón es tanto o más sensible que quienes exteriorizan sus sentimientos.
11-326.008. Cuando todos hayáis comprendido y estéis viviendo la espiritualidad, también guardaréis vuestras sensaciones espirituales, sin hacer ostentación delante de vuestros hermanos, comprendiendo que ante quien debéis confesaros, arrepentiros y purificaros, es ante vuestro Padre y a Él lo llevaréis dentro de vuestro ser.
11-326.009. Por ahora párvulos y discípulos amados, lo importante es que vuestro corazón comience a sentir la vibración del espíritu en vuestro ser, a comprender la necesidad de purificarse, para aceptar el cáliz de amargura cuando llegue a vuestros labios, y que lo mismo será benéfico espiritualmente manifestándose exteriormente, que palpitando oculto en el fondo de vuestro ser.
11-328.019. Entre vosotros están los discípulos que a sí mismos se preguntan: «¿Por qué si nuestro espíritu brotó de un Padre todo amor, toda pureza y perfección, no ha podido mantenerse ni perseverar en el bien y en la virtud?» El Maestro os contesta: Yo envié a vuestro espíritu a la Tierra, dotado de todos los atributos que hay en el Padre, y lo formé como hijo semejante a su Creador; le fué confiada una materia para su tránsito sobre la tierra y esa materia fue el principio de pruebas y de lucha para el espíritu, porque la carne es débil; así tenía que ser, frágil, para probar la fortaleza del espíritu.
11-328.048. Así os prepara el Maestro para después de su partida. Si hoy gozáis escuchando mi palabra a través del entendimiento humano, quiero que ese gozo se prolongue después de mi partida, quiero, pueblo, que cuando mi Espíritu en aquel Más Allá espere el acercamiento del vuestro por medio de la oración, ya sea individual o unificada de vosotros, pueda contemplar en el corazón de mis hijos la dicha y el gozo que hoy contemplo; que plenos de conocimiento de todo lo que pasó en este tiempo, de todo lo que el Padre os dio y del término que él puso a su manifestación a través del entendimiento, lleguéis a Él con un himno callado por vuestros labios, pero ardiente en vuestro espíritu, para decirle: «Padre, ¡Cuánto derramasteis entre vosotros! ¡Cuánto gozo en nuestro espíritu durante aquellos tiempos! ¡Cuán colmados de luz dejasteis los espíritus y cuán preciosa herencia legasteis a la humanidad!»
Fuente: Textos recopilados de las páginas web Luz de Ilunum y Sieteluces, además de los canales de youtube Luz de ilunum y Editorial Sieteluces, textos propios y/o recopilados por el escritor e investigador José Antonio Iniesta Villanueva.