ESPAÑA CAMPEONA DEL MUNDO Y CON JUSTICIA

España campeona del mundo y con justicia…



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Desde esta página web dedicada a la Luz, al Misterio y al cambio de conciencia planetario, también quiero transmitir un mensaje de agradecimiento en homenaje a la selección española, “La Roja”, campeona del mundo.

Jamás me gustó el fútbol, nunca imaginé que saldría a la calle con una bandera española y en la vida se me pasó por la cabeza que algún día podría gritar desmedidamente con un gol, pues me parecía absolutamente exagerada esa pasión futbolera. Pero eso mismo es una muestra del milagro que se ha vivido en España en estos días, algo que va más allá del deporte, uno entre millones de ejemplos de este fenómeno sociológico que se ha creado en nuestro país con el mundial de fútbol, capaz de unir a todos los españoles con la esperanza puesta en un equipo que ya ha hecho historia.

Que a nadie se le escape el verdadero triunfo de esta selección, por lo que merece mi más profunda y sincera admiración, esa clave secreta que ha conquistado los corazones de toda una nación: la identidad como equipo, más allá del brillo como estrella de cada uno de los jugadores, algo que tiene que ser una lección para todo un planeta, pues también nos han enseñado estos héroes el valor del sufrimiento, del sacrificio, del esfuerzo, de la perseverancia, de la esperanza, para hacer realidad un sueño. Todos tenemos que hacer realidad nuestros sueños…

A la juventud de los jugadores, a su inmensa habilidad con el balón, se ha unido algo que me ha maravillado: su saber estar, su humildad, su nobleza y su serenidad a pesar de la inmensa responsabilidad que asumían.

Ésta es la clave del éxito, la que ha hecho posible que todos los españoles nos echáramos a la calle con el orgullo y la satisfacción de ser españoles, de ser de “La Roja”.

Y fue toda una lección ejemplar hasta el final, con inmenso sufrimiento hasta el último minuto, cuando prevaleció la justicia en todos los órdenes, pues ni siquiera consiguió derrotar a España el juego sucio, barriobajero, “rompe piernas”, del equipo holandés. No se gana la gloria dañando y tratando de lesionar al equipo contrario. Es ésta otra lección que nos ofrece la eterna dualidad del ser humano.

En el campo de fútbol se mostraron dos formas diferentes de alcanzar la victoria: con la nobleza y con las trampas, con la deportividad y con el juego sucio…

No olvidemos nunca que los distintos aspectos de la sociedad dramatizan la esencia dual de los seres humanos, y que un campo de fútbol nunca debería ser un campo de batalla, un medio para engrandecer los egos, sino para convertir una competición en una unión entre pueblos de todo el mundo, hermanados por algo tan sagrado como es el deporte y la convivencia entre los seres humanos.

Todas las banderas merecen un inmenso respeto, pero el equipo holandés deshonró al deporte y a su propio país, entregándose al juego sucio, como burdo afán de esa vieja energía empeñada siempre en alimentar el ego a costa de lo que sea. La selección española, fiel a sus principios, no perdió la compostura y triunfó.

Y si la noche fue perfecta para la historia del fútbol español, lo fue más todavía con ese gol de Iniesta, mi paisano de las tierras de Albacete, que ha hecho que nuestro apellido, que llevamos con tanta dignidad, se escuche en el clamor y la admiración de todo un planeta, que estaba con esta selección de buena gente.

Le dio la gloria a España el “iniestazo” de Iniesta, un ejemplo admirable de la humildad de un manchego que se comporta como un hombre normal y corriente, que puso la guinda a la tarta del inmenso esfuerzo de una selección que estuvo acompañada en cada momento por todo un país.

Que tomen buen ejemplo los nefastos y embaucadores políticos de todo un mundo en conflicto. Sólo la selección española ha sido capaz de unir a los millones de habitantes de un país entero…

Nunca imaginé que el fútbol podría ser más que fútbol, todo un ejemplo de cómo un planeta puede aprender a ser un equipo ante la adversidad, a brillar cada uno de los seres humanos como la estrella que somos, pero con inmensa humildad, mirando al cielo con nobleza y convirtiendo el trabajo, cualquiera que sea nuestra ocupación, en un acto de heroísmo personal, de entrega a los demás.

Que Dios bendiga a “La Roja”, no sólo por ser la campeona del mundo, sino más importante todavía, por habernos dado esa estremecedora lección de humildad y de humanidad…

José Antonio Iniesta.

Reuters

A P

La Gaceta

¡¡¡ESPAÑA, ESPAÑA, ESPAÑA!!!

¡¡¡ESPAÑA, ESPAÑA, ESPAÑA!!!

¡¡¡ESPAÑA, ESPAÑA, ESPAÑA!!!

Escucha este canto a la esperanza,
la canción de la Selección Española, de David Bisbal,
que refleja el espíritu de España y de la hermandad de los pueblos,
que es lo más hermoso que puede surgir del deporte.

Un hermoso mensaje para aplicar al resto de nuestra vida:

En las calles muchas manos, levantadas, celebrando una fiesta sin descanso,
los países como hermanos…

Todos juntos vamos a ganar…

Unidos seremos grandes, seremos fuertes. Somos un pueblo…

Y también esta bella canción de Shakira.

Fuente: Textos recopilados de las páginas web Luz de Ilunum y Sieteluces, además de los canales de youtube Luz de ilunum y Editorial Sieteluces, textos propios y/o recopilados por el escritor e investigador José Antonio Iniesta Villanueva.