DEBEMOS PREPARARNOS PARA SEMBRAR (6ª. PARTE). LIBRO DE LA VIDA VERDADERA

DEBEMOS PREPARARNOS PARA SEMBRAR (6ª. Parte)

Del Libro de la Vida Verdadera



PROFECIAS Y OTROS TEMAS

10-281.49. Os aseguro que cuando esté pueblo de espiritualistas surja entre la humanidad, Yo ya le habré dado muchas y muy grandes manifestaciones espirituales. Esas manifestaciones harán que muchos de los que me están esperando espiritualmente, presientan que Yo ya vine y hablé. ¿No creéis, que ellos, al veros llegar y al oír vuestra palabra, os reconocerán como enviados míos?

10-281.51 Se extenderá mi pueblo sobre la Tierra como un gran ejército; sobre del pueblo estará mi Espíritu alentando en la lucha, para que se cumpla hasta la última de mis palabras dadas en este y en los tiempos pasados.

10-290. 36. Mis emisarios se extenderán sobre la Tierra y el Espiritualismo caerá sobre el materialismo de los hombres como un riego de paz, como un rocío saludable.

10-290. 44. A los que me sean fieles, a los fuertes, a los que verdaderamente se preparen, les confiaré este mensaje, esta palabra, para que la conserven pura, para que la defiendan y la preserven de mezclas extrañas, porque mi Doctrina sabrá convertir a la humanidad; mas si a ella la mezclaseis otras ideas, perderá toda fuerza y toda luz en vuestros labios y en vuestras obras, al ocultar la verdad. Mirad cómo velo por vosotros, para que no caigáis en tentación, mas a vosotros os toca orar y esforzaros para no caer.

10-292.67. Preparaos para que llevéis la Buena Nueva, la cual será acogida por muchos con alegría. Os digo por muchos y no por todos, porque habrá quienes os digan que con lo revelado por Dios en el Primer Tiempo y lo que Cristo trajo a los hombres, les basta. Ahí será donde vuestros labios movidos e inspirados, por Mí, digan a los hombres incrédulos que es menester conocer la nueva revelación para contemplar toda la verdad concedida por Dios a los hombres, en los tiempos pasados.

11-311.03. Mi palabra a través de esta manifestación pronto terminará y ¿Quiénes serán los que después de Mí, deberán seguir entregando la lección a la humanidad? ¿Quiénes serán los que sigan entregando la enseñanza que contiene el gran Libro de la Vida? Mis discípulos, a los que he venido preparando desde tiempo ha, para que puedan quedar en mi lugar, mas no para que sólo se dediquen a repetir mis palabras, porque entonces entregaríais el eco del portavoz y no es la palabra humana la que vengo a legaros, sino la esencia del mensaje.

11-311.04. Vosotros habéis escuchado mi palabra a través de mis portavoces; en ella habéis encontrado imperfecciones, que unos han atribuido a la materia y otros a Mí. Yo no vengo a acusar a mis hijos por los cuales me comunico, pero sí os digo: En esta manifestación no he venido a engañaros, nunca lo he hecho. Yo os he traído mis revelaciones y la inspiración del Espíritu Santo a través del entendimiento humano y junto con mi enseñanza perfecta, han sido las imperfecciones del hombre. El Maestro os dice: Pasará esta etapa de mi comunicación y entonces vosotros, iluminados por la luz de mi Espíritu Santo, sabréis distinguir claramente en donde está mi esencia y cuál es la imperfección humana, y como hacen los labriegos en la Tierra que, al recoger su cosecha de trigo, saben apartar la paja, así vosotros, apartaréis el trigo de mi enseñanza y lo guardaréis en el granero de vuestro corazón, y la paja, que es la imperfección de los portavoces, quedará en el olvido, mientras la esencia de mis lecciones quedará eternamente en vuestro espíritu.

11-311.29. Os he entregado, oh mis hijos, el don de la palabra, porque Yo soy el Verbo Eterno; Yo soy la palabra divina que nunca cesa; Yo soy el divino concierto y os he entregado una parte de él. Ese Verbo que he depositado en vuestro espíritu, hablará y vuestros labios, que hoy son torpes para expresar las concepciones e inspiraciones que os concedo, serán elocuentes, serán dóciles y fieles intérpretes del divino concierto. Será un don que os maravillará con el que vais a extasiaros y a través del cual, los hombres van a gozar y a sentir mi presencia. Habéis principiado a desarrollar ese don, porque vuelvo deciros: De la abundancia que haya en vuestro corazón y en vuestro espíritu, hablarán vuestros labios.

11-313.05. Primero he llegado a este pueblo que se va formando en torno a mi divina manifestación y mañana, cuando él esté fuerte y apto para adoctrinar, en él llegaré Yo a las demás naciones.

11-313.07. Vos, pueblo, sois el misionero que en este Tercer Tiempo trazará sendas al espíritu de vuestros hermanos, sendas de verdad que conduzcan al espíritu a la luz y a la paz. Vos sois quien habrá de tender lazos espirituales entre los hombres, para que los pueblos lleguen a armonizar y a unirse.

11-323.27. Si por el momento el mundo está tan ciego que no puede ver la luz de la verdad, ni puede escuchar en el fondo de su ser mi llamado, vosotros orad y ganad terreno espiritualmente, ya que en estos instantes no seríais escuchados, porque todos los pueblos están consagrados a prepararse para destruir y defenderse.

11-323.29. Tampoco esa sería la hora propicia para entregar mi mensaje, porque seríais como pregoneros en mitad de un desierto, nadie os haría caso.

11-335.34. Es menester que reunáis toda vuestra fuerza y conocimiento espiritual antes de levantaros a difundir esta enseñanza y cuando os encontréis reunidos en torno a mi palabra, orando y meditando, sentiréis mi presencia. Los niños se conmoverán, los videntes advertirán también las señales precursoras de mi presencia y Yo me manifestaré en forma sutil; todos los que se congreguen me sentirán y esas reuniones tendrán solemnidad; habrá un ambiente espiritual que os dará paz y confianza en el porvenir. El Mundo Espiritual también vendrá a vosotros sin tocar vuestro cerebro y acudirá doquiera lo llaméis para ayudaros en vuestras pruebas y seguir derramando sobre este mundo su caridad y protección. El velará para que no haya turbación en vuestra mente; ni malas interpretaciones o determinaciones injustas; y cuando este tiempo de preparación haya pasado, no olvidéis vuestras reuniones, porque si bien sabéis que Yo me manifiesto en cada uno de vosotros separadamente, me place encontraros reunidos orando y ocupados en vuestro ejercicio espiritual.

11-335.37. Os aconsejo que no pregonéis entre la humanidad que sois mis discípulos, que no lo diga vuestra boca, sino que hablen vuestras obras; no digáis que sois israelitas por el espíritu, el mundo reconocerá a Israel espiritual, cuando éste unificado en la misión de hacer la luz en los espíritus, de llevar la paz a los corazones para ser como Yo dije a Jacob en sus sueños, en sus revelaciones: «Yo te daré un linaje tan grande, tan numeroso, como el polvo de la tierra, como las estrellas del cielo, como las arenas del mar y en tus descendientes serán benditos los pueblos de la Tierra.

11-335.38. Todavía en Israel no han sido benditos los pueblos de la Tierra, porque éste me presenta un cisma, como ocurrió en el Segundo Tiempo. Los unos viven para la materia, los otros para el espíritu, unos forman un reino y otros otro; veo que unos viven para el mundo y su oro, y otros me buscan y son felices en su pobreza; mas cuando Yo haya reunido a este pueblo, a esa gran legión de espíritus responsables de la paz y de las revelaciones divinas, entonces este orbe y aun los cielos se conmoverán, porque su unión ejercerá tanta fuerza, tanta influencia sobre el mundo, que no habrá quien no la sienta. Vuestra misión será conocida y vuestro mensaje que os confío desde ahora reunirá el testamento que he legado a la humanidad en los tres tiempos.

11-338.51. Ha sido mi voluntad que vosotros fueseis los primeros en aposentaros en esta mesa; fué mi santísima voluntad que estuvieseis reunidos y congregados cerca de Mí, para heredaros y convertiros de los menesterosos en los ricos que posean el tesoro de mi palabra. De esta manera vuestros ojos espirituales han contemplado la luz de un nuevo día, porque sois los discípulos del Tercer Tiempo a quienes he preparado para que más tarde deis testimonio de mi presencia a la humanidad, para que habléis de mi Ley con toda verdad y con sabiduría, para que prediquéis el evangelio de mi amor, y con vuestras obras hagáis sentir mi presencia a la humanidad, para que penetre el arrepentimiento en su corazón por sus faltas y equivocaciones pasadas; que deje a sus falsos dioses y sepa encontrar a su Dios verdadero y por vuestro conducto obtenga el consuelo y la esperanza para los tiempos venideros en los cuales quedarán cumplidas mis profecías.

11-338.57. De esta manera iréis por los caminos y cuando hayáis hablado grandemente, cuando hayáis manifestado incansablemente mi amor y mi caridad para la humanidad, cuando le hayáis mostrado el culto verdadero que deben elevar a su Dios, entonces esta humanidad contemplará mi juicio desatado y empezará la grande purificación de la humanidad hasta que quede limpia y pura como el oro en el crisol. Su iniquidad terminará con el fuego y los poderosos reconocerán que mi poder es más grande que el suyo y que mi justicia está sobre todas sus leyes; sus odios serán exterminados y abolidos, porque mi amor será el fuego que purificará el corazón de la humanidad y entonces las grandes multitudes sentirán mi presencia y será, Israel, cuando vuestro trabajo, vuestra labor empezará a florecer, las tierras serán fértiles y mi semilla se multiplicará el ciento por uno.

12-339.39. Yo os daré la orden para que os levantéis a trabajar, porque será un tiempo de señales tan grandes y tan claras, que oiréis la voz del Mundo Espiritual y la voz de este mundo que con sus acontecimientos estará señalando que es llegada la hora de vuestra lucha, Yo os hablaré de Espíritu a espíritu y os guiare en el camino; mas quiero que antes que lleguéis a la humanidad como maestros, lleguéis como doctores, y una vez que hayáis calmado su pena, ella podrá beber en la fuente de aguas puras de mi palabra. Buscad antes la herida, la llaga o enfermedad y curad sus dolores para que después podáis llegar hasta su espíritu.

12-341.28. Tomaréis vuestra porción velaréis por ella y la conduciréis. Entre mis escogidos están aquellos que se han consagrado al servicio de mi Divinidad llevando investidura como ministros. Entre los escogidos están los más humildes, los que pasan desapercibidos entre las multitudes: También están los que llevan las leyes y gobiernos de la Tierra. Yo sólo sé el número y puedo contemplarlos. Vosotros, Israel, sabed reconocerlos por vuestra preparación espiritual. Todos os uniréis y formaréis un sólo cuerpo y una sola voluntad, en el momento de prueba en que Yo he de pedir al pueblo de Israel su dispersión para sembrar mi semilla por todos los caminos. No os sorprendáis en este instante, los unos penetraréis en el seno de las instituciones y allí cumpliréis vuestra misión de amor, de caridad, de enseñanza. Los otros iréis a los poblados alejados de las grandes ciudades. Penetraréis en el seno de esos pueblos rudos y allí lucharéis contra el fanatismo y la ignorancia de aquellos vuestros hermanos.

12-341.29. El momento del cumplimiento de vuestra misión no ha llegado todavía. No he señalado a vosotros plenamente vuestra porción. Estáis en el tiempo de la enseñanza. Sois mis párvulos y discípulos. Más llegará el momento en que os convertiréis en Maestros, en que los hombres vendrán a pediros una palabra y esa palabra que brote de vuestros labios será la verdad, será mi enseñanza pura, sin mezcla alguna la presentaréis.

12-341.30. Yo os estoy preparando. Yo mismo he tomado esta gran misión de cultivar vuestro corazón. No la he encomendado a los hombres, porque contemplo en ellos el egoísmo. Yo mismo he cultivado vuestro corazón y con las pruebas que habéis atravesado en vuestro camino, se ha pulimentado. Cuando habéis tropezado, Yo os he dicho: Esta prueba os traerá grande luz y cuando habéis meditado, habéis comprendido que aquella prueba que puse en vuestro camino era necesaria, que había una fase de vuestro corazón que faltaba pulimentar. ¿Veis como mi Obra es perfecta? Pues ¿Cómo podríais tomar mi palabra para hablar a los hombres si no estuvieseis purificados, si no llevaseis grande luz y grande espiritualidad?

12-341.31. Sólo Yo os conduzco. Sólo Yo conozco el interior de cada uno de vosotros y según vuestra fortaleza así os he enviado las pruebas. Así os he enseñado, porque en el momento propicio cada uno os levantaréis como apóstoles de mi Divinidad. Incontables son las lecciones que os he dado. ¡Cuánto os he hablado de los tiempos pasados! En el Tercer Tiempo he reunido los tres testamentos y he formado con ellos un sólo libro y en este año de 1950 en que os doy la última página por conducto del hombre, en verdad os dice el Maestro: Con esa página no ha de cerrarse el libro. Yo seguiré escribiendo nuevas e incontables páginas para vosotros. Yo seguiré derramando luz para que penetréis en mi palabra, para que sigáis analizando y según los tiempos vayáis alcanzando mayor espiritualidad, porque no os, detendréis.

12-349.26. Llegará para vosotros el momento de lucha y veréis como el pueblo se siente fuerte y valeroso, ferviente en su creencia. Para conocer si es llegada esa hora, no tendréis que preguntar a vuestros hermanos, sino sentiréis el llamado que vuestro Padre os hace. Los profetas estarán alertas porque su responsabilidad no cesará. Sus pupilas espirituales penetrarán con respeto y amor en ese mundo desde el cual mirarán con claridad las señales que han de conducir al pueblo por el buen camino y también en este mundo habrá acontecimientos que os hablarán de esa hora de cumplimiento.

12-351.61. Ya está cerca el momento en que quedaréis frente a esta humanidad, como testigos de mi venida, y debéis desde ahora hacer propósitos y revestiros de fortaleza; porque esta prueba que os espera es grande. ¡Que nada os acobarde, discípulos amados! Y así como mi palabra os ha señalado un solo derrotero: Amor y verdad, vosotros también sed los sembradores infatigables de esta semilla entre la humanidad.

12-352.56. ¿No creéis, pueblo amado, que sería mejor que fueseis vosotros quienes anunciaseis a la humanidad mi presencia en espíritu en este Tercer Tiempo y no los elementos desatados, las tempestades desencadenadas, los terremotos devastando ciudades, los mares arrasando la tierra y la tierra convirtiéndose en mar? ¿No creéis que sería más espiritual y más humano de vuestra parte adelantaros a esos acontecimientos, con vuestro cumplimiento de amor y caridad?

12-356.76. A nadie tendréis que preguntar la hora o el día para levantaros al desempeño de la misión que os estoy confiando. Vosotros sentiréis en vuestro corazón el momento marcado por Mí, como los profetas de los tiempos pasados, que interiormente escuchaban el divino llamado, y ellos, llenos de fe, obedientes a aquel impulso se levantaban a cumplir mi voluntad.

12-356.77. La misión de los videntes será muy delicada en aquellos días y muy grande su responsabilidad de orientar, de poner alerta y de estimular al pueblo. Para que a ellos llegue siempre la claridad de mi luz, tendrán que perseverar en la buena preparación, no dejando nunca que la vanidad los aprisione, o la mentira les haga caer en tentación.

12-356.78. También habrá en el mundo acontecimientos que serán como señales o avisos para que reconozcáis la hora de vuestro surgimiento.

12-363.31. No sabéis vosotros, mis discípulos cuando veréis el fin de vuestra misión, cuando llegaréis al triunfo en vuestra lucha, porque de generación en generación seguiréis trabajando para lograr que la espiritualidad sea en la humanidad. Vosotros cruzaréis las fronteras y los mares, iréis a las provincias, comarcas y naciones a dar a conocer mi verdad.

12-363.32. Así como en el Segundo Tiempo cuando mis discípulos bañados con la luz del Espíritu Santo se levantaron sin temor al mundo y sin medir las distancias para entregar mi Doctrina, así vosotros os prepararéis y cuando sea el momento llegado os levantaréis al cumplimiento de vuestra misión.

Mt.13:1-9. Mr.4:1-9, 4:14. Lc.8:4-8. 2Co.9:6-10. Ga.6:7-8.

Fuente: Textos recopilados de las páginas web Luz de Ilunum y Sieteluces, además de los canales de youtube Luz de ilunum y Editorial Sieteluces, textos propios y/o recopilados por el escritor e investigador José Antonio Iniesta Villanueva.