365 FLORES DEL CORAZÓN. MAYO 2011 – PAZ (1 AL 7)

CURSOS DE LUZ

365 FLORES DEL CORAZÓN



MAYO 2011 – PAZ  (1 al 7)

Por Sri Chinmoy

1 de mayo

Sólo mediante la paz interior podemos conseguir la verdadera libertad exterior.

Un niño encuentra la paz en el ruido y la actividad.  Un adulto encuentra su paz en otro sitio.  Encuentra su paz cuando siente que puede mandar en el mundo.  Un hombre maduro piensa que tendrá paz si el mundo reconoce su grandeza.  Pero la paz no puede alborear en ningún individuo si no es adecuadamente sembrada.  Llegará un día en que el niño le rezará a Dios por una vida tranquila y calmada.  Entonces tendrá paz.  Si un adulto quiere tener paz, ha de comprender que no puede obtenerla poseyendo o gobernando el mundo.  Solamente ofreciendo lo que tiene y lo que es, conscientemente y sin reservas, a todo el mundo, tendrá la paz.  El anciano, que pronto pasará tras la cortina de la eternidad, solamente puede tener paz si alberga la idea de que no es un mendigo sino un rey. Él ha ofrecido su riqueza interna y externa a la humanidad.  En el ocaso de su vida, si no espera nada del mundo, su conciencia interna y su ser externo serán inundados de paz.

La paz es el comienzo de amor.
La paz es la consumación de la Verdad.
La paz es el retorno al Origen.

2 de mayo

La paz es la perfección de nuestra mente y la divinización de nuestros pensamientos.

¿Cómo podemos tener paz, tan sólo una pizca de paz, en nuestra vida externa, en medio del ajetreo de nuestras múltiples actividades?  Fácil: hemos de elegir nuestra voz interior.  Fácil: hemos de controlar los pensamientos que nos atan.  Fácil: hemos de purificar nuestras emociones impuras.  Siempre tenemos que escuchar la voz interior.  Es nuestra segura protección.  Hemos de cuidarnos de los pensamientos que nos atan.  Estos pensamientos tienen tremenda vitalidad.  Nunca debemos permitirles dilatarse como montañas.  Hemos de hacerles frente y dominarlos.  Esos pensamientos son absolutamente no-esenciales.  Hemos de abstenernos de la lujuria de la tormenta emocional.  La emoción impura es frustración inmediata y la frustración es precursora de la destrucción total.  ¿Cómo podemos elegir la voz interior?  Para elegir la voz interior debemos meditar por la mañana temprano.  Para controlar y dominar los pensamientos no-divinos tenemos que meditar al mediodía.  Para purificar nuestras oscuras emociones impuras tenemos que meditar a la caída de la tarde.

¡Por fin
un momento de paz!
Mi mente dubitativa
se ha rendido
a mi corazón iluminador.

3 de mayo

Si permaneces sereno y tranquilo y dejas que los pensamientos divinos de tu guía espiritual entren en ti, serás inundado de paz.

Cada vez que inspiras, intenta sentir que estás trayendo paz a tu cuerpo, paz infinita.  Ahora ¿qué es lo opuesto a la paz?  La inquietud.  Cuando espiras, intenta sentir, por favor, que estás expulsando nada más y nada menos que la inquietud de tu cuerpo y de tu mente y la inquietud que ves a tu alrededor.  Cuando practicas esta forma de respiración, la inquietud te abandona.

Cuando no haya diferencia entre tú
y el mar de meditación de tu corazón,
Dios te concederá
Su imperio de Paz.

4 de mayo

La mayor desgracia que le puede acaecer a un ser humano es la pérdida de su paz interior.  Ninguna fuerza externa puede robársela.  Son sus propios pensamientos, sus propias acciones, quienes se la roban.

Nuestra mayor protección no se halla en nuestros logros y recursos materiales.  Todo el tesoro del mundo es vacío para nuestra alma divina.  Nuestra mayor protección se halla en la comunión de nuestra alma con la paz que todo lo nutre y todo lo colma.  Nuestra alma vive en paz y vive por la paz.  Si vivimos una vida de paz estamos siempre enriquecidos y nunca empobrecidos.  Nuestra paz interior no tiene horizontes; como el cielo ilimitado, lo abarca todo.

Largo tiempo nos hemos esforzado, mucho hemos sufrido, lejos hemos viajado.  Pero el rostro de la paz aún está oculto de nosotros.  Podremos descubrirlo si alguna vez el tren de nuestros deseos se abandona en la Voluntad del Señor Supremo.

A menos que te vuelvas
un renunciador de la expectación,
nunca podrás ser
un poseedor de la paz.

5 de mayo

Si quieres sinceramente la paz en el mundo externo, ofrece toda tu sabiduría.  Si quieres sinceramente la paz en el mundo interno, ofrece todo tu silencio.

Sólo tenemos paz cuando hemos dejado totalmente de hallar faltas en los demás.  Hemos de sentir el mundo entero como algo propio.  Cuando observamos los errores de los demás, entramos en sus imperfecciones.  Esto no nos ayuda lo más mínimo.  Curiosamente, cuanto más profundo nos sumergimos, más claro tenemos que las imperfecciones de los demás son nuestras propias imperfecciones, pero en diferentes cuerpos y mentes.  Mientras que si pensamos en Dios, Su Compasión y Su Divinidad aumentan nuestra visión interna de la Verdad.  Debemos llegar en la plenitud de nuestra realización espiritual a aceptar a la humanidad como una familia.

Dios me ha dicho algo en secreto:
el que discute
prefiere su mente jactanciosa
a su corazón pacífico.

6 de mayo

Un buscador de la paz desea la belleza interior.

No debemos permitir que nuestro pasado atormente y destruya la paz de nuestro corazón.  Nuestras acciones buenas y divinas del presente pueden contrarrestar fácilmente nuestras acciones malas y no-divinas del pasado.  Si el pecado tiene el poder de hacernos lamentar, sin duda la meditación tiene el poder de darnos alegría, de dotarnos de sabiduría divina.  Nuestra paz está dentro de nosotros, y esta paz es la base de nuestra vida.  Así pues, comenzando hoy, decidamos llenar nuestras mentes y corazones con lágrimas de devoción, la base de la paz.  Si nuestra base es sólida, no importa cuanto elevemos la estructura, el peligro nunca podrá amenazar, puesto que la paz está debajo, la paz está encima, la paz está dentro, la paz está fuera.

Si puedes abrir tu corazón
como una flor al sol,
Dios envolverá
todo tu ser
en Su Paz universal.

7 de mayo

Podemos conseguir paz interior duradera, solamente cuando sentimos que nuestro Piloto Supremo está en la multitud como uno y en el uno como multitud.

La paz entra y nosotros la perdemos porque sentimos que no somos responsables de la humanidad, o que no somos parte integral de la humanidad.  Hemos de sentir que Dios y la humanidad son como un gran árbol.  Dios es el árbol y las ramas son Su manifestación.  Nosotros somos ramas, y hay muchas otras ramas.  Todas ellas forman parte del árbol y son una con todas las demás ramas y con el árbol.  Si podemos sentir que tenemos con Dios y con la humanidad la misma relación que la rama con sus compañeras ramas y con el árbol, como un todo, estamos llamados a conseguir la paz perdurable.

Así como las incontables gotas
del océano ilimitado
o las miríadas de hojas
de una enorme higuera bengalí
permanecen pacíficamente unas junto a otras,
todos los seres humanos
vivirán algún día uno al lado del otro
en un mundo de perfecta unicidad.

Fuente: Textos recopilados de las páginas web Luz de Ilunum y Sieteluces, además de los canales de youtube Luz de ilunum y Editorial Sieteluces, textos propios y/o recopilados por el escritor e investigador José Antonio Iniesta Villanueva.