¿QUÉ ES LA VERDAD?
Del Libro de la vida verdadera (12 tomos)
Humanidad: has alterado el orden de vuestra vida. La mentira es tomada como si fuera verdad. ¡Cuántas actividades impuras ha consagrado el mundo como buenas! Entonces es cuando me presento delante de vosotros para iluminar vuestra mente y deteneros en vuestra carrera hacia el abismo.
¿Por qué os digo esto? Porque sustituisteis mi Ley por las vuestras y ahí tenéis los resultados de vuestra vana sabiduría: Amargura, guerra, fanatismo, desengaños y mentiras que os asfixian y os llenan de desesperación.
Esto origina una lucha interna del ser humano, donde surgen grandes confusiones, incertidumbres y profundas interrogaciones.
Esta lucha es inevitable y además indispensable porque es tiempo de que la verdad surja de entre tantas mentiras y falsedades.
Cierto es que existe la verdad y la falsedad, y es menester que conozcáis ambos caminos, para que en vuestra elección podáis seguir el verdadero camino.
Dejad ya de vivir en un mundo de suposiciones. No debéis ni como hombres y menos como espíritus, ignorar la verdad. ¿Cómo queréis triunfar en la lucha material, sin conocer la vida espiritual? ¿Cómo queréis ser grandes, sanos, sabios y fuertes si os obstináis en cerrar los ojos a la luz eterna?
¡Ya no viváis a media luz! ¡Despertad y venid a la luz plena! ¡Dejad de ser pequeños y creced espiritualmente!
¿Cómo encontrar la verdad, si antes no os digo que se requieren muchas renunciaciones?
El vanidoso, el materialista, el indolente, no puede conocer la verdad mientras no destruya las murallas dentro de las cuales vive, es necesario que se sobreponga a sus pasiones y flaquezas para mirar de frente mi luz.
En este tiempo, existe egoísmo, falsedad, hipocresía, y vanas palabras de luz, que es lo que día con día recibe el corazón de la humanidad, y ¿Es posible que el corazón se alimente de algo que no contenga esencia de eternidad?
Después de haber caminado mucho, la humanidad aún permanece dividida espiritualmente. ¿Es que a cada pueblo se le ha dado a conocer una verdad diferente? ¡No, la verdad es una sola!
El amor y la verdad son como una simiente divina que no pueden morir jamás, pero han permanecidos ocultos en lo más recóndito de corazón del hombre.
Cuántos que andan buscando la verdad en libros, entre los sabios y ciencias diversas, acabarán por encontrarla en sí mismos, ya que en el fondo de cada hombre he depositado una semilla de la eterna verdad.
Buscadla y ella os saldrá al encuentro. Interrogad al Arcano y El os contestará, porque jamás el Padre ha permanecido callado o indiferente ante aquel que tiene grandes dudas en su corazón.
Bendito el que la busca, porque es un sediento de amor, de luz y de bondad.
Os digo que en este tiempo, tienen más fondo y mayor sentido las preguntas de los que no saben, que las respuestas y explicaciones que a ellas dan los que dicen conocer la verdad.
Mas os vale tener incertidumbres y negaciones, que estar llenos de afirmaciones falsas o de mentiras que pasáis por verdades. Menos mal os hace la negación sincera que nace de la duda o de la ignorancia, que la afirmación hipócrita de una falsedad, Es mejor la duda limpia, que tiene hambre de comprensión, que la firme creencia de un mito cualquiera.
Es mejor la incertidumbre desesperada, que a gritos pide la luz, que la firmeza fanática o idólatra. Hoy abundan por doquiera los increyentes, los desconfiados y los amargados. Son rebeldes que muchas veces ven más claro que los demás, que no sienten el ritualismo, ni les convencen las afirmaciones que han escuchado de quienes dirigen espiritualmente a los hombres; porque todas aquellas complicadas teorías no llenan su corazón sediento de aguas puras que calmen su angustia. Esos que juzgáis rebeldes, muchas veces tienen en sus preguntas más luz que los que, creyéndose sabios o grandes, las contestan. Sienten, ven, palpan, oyen y entienden con más claridad, que muchos que se dicen maestros en las lecciones divinas.
En verdad os digo, que los hombres del poder no todo lo pueden, ni los sabios todo lo saben, ni los teólogos me conocen en verdad.
Cuántas religiones, sectas y doctrinas van a caer bajo la espada de luz de mi verdad, y cuántas ciencias y teorías van a quedar sepultadas en el olvido, cuando el nuevo día asome y se haga el silencio y la paz en los corazones, y haya verdadera oración y espiritualidad en los hombres.
La verdad es una y es eterna, sin embargo, mirad a los hombres pregonando diferentes verdades. ¡Cuánto se han pisado en la Tierra mis enseñanzas!
Desde que Cristo vino a hablaros de la verdad, cuántos han tratado de hablar de ella, mas Yo pregunto: ¿También me han imitado en el amor, en la mansedumbre y en la caridad? Sólo Yo sé quiénes han sido mis verdaderos discípulos y apóstoles a través de los tiempos.
Ha llegado la hora en la que debéis volver a amar la verdad, o sea en la que volveréis a reconocer lo justo y lo bueno; puesto que habiendo nacido de Mí, debéis de aspirar a lo elevado, a lo eterno, a lo puro.
Buscad con afán la verdad, buscad el sentido de la vida, amad, fortaleciéndoos en el bien, y veréis cómo paso a paso irá cayendo de vuestro ser todo lo que es falso, impuro o imperfecto. Sed cada día más sensibles a la luz de la divina gracia, entonces podréis preguntar directamente a vuestro Señor todo aquello que queráis saber y que sea necesario a vuestro espíritu, para alcanzar la suprema verdad.
Veréis entonces cuan sencillo es encontrar el sentido de todo aquello que unos envuelven en el misterio y otros complican con sus teologías.
Una sola verdad y una sola moral, es la que se ha revelado a los hombres, a través de enviados, profetas y siervos; ¿por qué tienen los pueblos diferentes conceptos acerca de la verdad, de la moral y de la vida?
Esa verdad falseada a través de los tiempos por la humanidad, será restablecida y su luz resplandecerá con tanta fuerza, que les parecerá a los hombres como si fuese algo nuevo, siendo la misma luz que siempre ha iluminado el camino de vuestra evolución.
Vendrá entonces una fuerza jamás sentida por el hombre, porque su vida comenzará a apegarse a los verdaderos principios y a las normas establecidas por mi Ley.
Todo lo que es justo, sano y bueno, encierra verdad, que es la que Yo he proclamado a través de los tiempos.
Amad la verdad, comprendedla y vividla. Quien la conoce, lleva en sí la dicha de ver la luz de Dios, conoce la paz y camina con firmeza por los senderos del cumplimiento.
No busquéis la verdad en la mentira, buscadla en el espíritu humilde en el corazón elevado por el amor a sus semejantes, en la sencillez y en la pureza de la vida.
No deis tantas vueltas para llegar a la verdad, amadla, que ella llegará a vosotros, cuando abráis las puertas de vuestro amor.
El mundo va a estremecerse con la luz de mis nuevas revelaciones y los hombres conocerán la verdad, Y esta los hará libres.
La verdad absoluta no la posee ningún hombre ni está contenida en ningún libro. Esa divina claridad, esa fuerza omnipotente, ese amor infinito, esa sabiduría absoluta, esa justicia perfecta está en Dios. Él es la única verdad.
Benditos a quienes la verdad no atemoriza, ni se escandalizan ante ella, porque de cierto os digo, que la luz caerá como cascada sobre su espíritu para mitigar por siempre su sed de luz.
Bienaventurados los que busquen incansablemente la verdad y aún más, aquellos que habiéndola encontrado no la reserven para sí, sino que la lleven ante la humanidad, para iluminar con su luz el camino de sus hermanos.
Los que me rodearon y siguieron en el Segundo Tiempo, aquellos amados discípulos, dieron su vida, desbordaron su espíritu y regaron su sangre, porque quisieron corresponder con amor a quien había dejado su trono para venir a vivir con ellos, y a entregarles el más preciado tesoro del Espíritu: La Verdad.
Fuente: Textos recopilados de las páginas web Luz de Ilunum y Sieteluces, además de los canales de youtube Luz de ilunum y Editorial Sieteluces, textos propios y/o recopilados por el escritor e investigador José Antonio Iniesta Villanueva.