365 FLORES DEL CORAZÓN. JUNIO 2011 – AMOR – (5 A 11). POR SRI CHINMOY

CURSOS DE LUZ

365 FLORES DEL CORAZÓN



JUNIO – 2011 – AMOR – (5 al 11)

Por Sri Chinmoy

5 de junio

Quien ama, nunca envejece.  Dios es un brillante ejemplo.

Si verdaderamente quieres amar a la humanidad, tienes que amarla tal y como es ahora, y no esperar a que alcance un nivel específico.  Si la humanidad tuviera que llegar a ser perfecta antes de que tú la aceptases, entonces no necesitaría tu amor, tu afecto y tu cuidado.  Pero ahora mismo, en su estado imperfecto de conciencia, la humanidad necesita tu amor.  Dale a la humanidad sin reservas, incluso el amor más insignificante y limitado que tengas a tu disposición.  Esta es la oportunidad dorada.  Si dejas escapar esta oportunidad, tu sufrimiento futuro estará por encima de tu resistencia, porque un día te darás cuenta de que la imperfección de la humanidad es tu propia imperfección.

En el barco de amor de mi corazón
hay espacio
incluso para los que están sufriendo
al monstruo de la envidia.

6 de junio

Dios el Amo se convierte en Dios el Esclavo, en cuanto le amamos con toda nuestra alma.

El amor es la llave secreta para abrir la puerta de Dios.  Siempre debemos acercarnos a Dios con el amor.  El primer paso es el amor; el segundo la devoción; el tercero la entrega.  Primero debemos amar a Dios; luego debemos consagrarnos sólo a Él; finalmente hemos de estar a Sus Pies y colmarnos.  Por lo tanto, si vamos con absoluto amor a lo largo del viaje de nuestra vida, nunca podremos fracasar en alcanzar a Dios o en satisfacerle en nuestras propias vidas o en la humanidad.  Donde hay amor puro, amor divino, hay plenitud.  Donde no hay amor divino todo es miseria, frustración y, finalmente, muerte espiritual.

¿Quieres descubrir a Dios?
Embarca entonces
en tu expedición de amor.

7 de junio

El amor tiene otro nombre: sacrificio.  Cuando el sacrificio es puro, el amor es seguro.  Cuando el amor es divino, no puede haber «mío» ni «tuyo» en el sacrificio.

El amor desinteresado es cuando amamos sin buscar nada a cambio; devenimos uno con el objeto de nuestra adoración.  En este amor hay un sentimiento de que el amado nos dará el mejor de los frutos, porque no le molestaremos con problemas emocionales o deseos, con «dame esto», «dame aquello».  En el amor desinteresado se ha terminado con esa situación.  El buscador sabe que el Supremo le dará algo bueno, algo digno de poseer; él no tiene que pedir nada.  Este es el amor desinteresado.

No tienes que demostrar
el amor de Dios por ti.
Sencillamente siente que vives
sólo para el amor de Dios.

8 de junio

El amor es el secreto de la unicidad.  El sacrificio es la fuerza de la unicidad.

Cada día, el Padre Todopoderoso, el Padre siempre Compasivo, nos da amplia oportunidad de descubrir algo nuevo.  Eso que descubrimos es el amor, el amor divino.  El amor divino es eternamente antiguo y eternamente nuevo al mismo tiempo.  Cuando descubrimos el amor divino en nosotros, ­devenimos la imagen misma de Dios-el Amante eterno y Dios-el Amado eterno que siempre habita dentro de nosotros.

Mi Señor Supremo,
aún no Te he realizado.
Tal vez no llegue a realizarte en esta vida
Pero ¿no me harás un gran favor?
¿No me darás la capacidad de amarte,
sólo amarte,
sólo amarte?

9 de junio

Mi meditación invita a Dios, el Convidado supremo.  Mi amor sirve y alimenta a Dios, el Amado eterno.

Si practicamos lo que predicamos, la sabiduría deviene nuestra profesión.  Lo que practicamos y lo que predicamos debería ser la misma cosa: el amor.  Le decimos al mundo que ame, pero tal vez nosotros no estamos ofreciendo amor al mundo.  Si ofrecemos amor y nos volvemos amor, sin duda alguna, podemos esperar ver el amor en la amplitud del mundo.  El Poder del amor de Dios es lo que nos empuja a pensar en Él, a meditar en Él, a rezarle y reclamarle como nuestro.  Igual que Dios nos reclama como verdaderamente Suyos en virtud de Su propio Poder de Amor, también nos dice, nos inspira y nos ruega para que Le reclamemos como verdaderamente nuestro, en virtud de nuestro amor por Él.

Mis ingresos de amor
en el Banco-Corazón de Dios,
le dan a Dios Deleite infinito.

10 de junio

El amor de Dios es continuo caudal e incesante fuente de néctar.

Intenta cultivar el amor divino.  Intenta amar a la humanidad con tu alma.  Tal vez digas: “¿Cómo puedo amar a otros si no sé amarme a mi mismo?”  Te diré como puedes amarte.  Puedes amarte a ti mismo con pleno éxito, sencillamente amando a Dios sin reservas.  Tal vez digas: “¿Cómo puedo amar a Dios, cuando no sé lo que es el amor?”  Te diré lo que es el amor.  El amor es el poder transformador en nuestra naturaleza humana.  El amor transforma nuestra vida de rigurosa esclavitud en la vida de la más maravillosa libertad.  El amor clama por la vida.  El amor lucha por la vida.  Y finalmente el amor se convierte en la Vida Eterna.

El primero y el último paso
deben darse
con toda el alma y sin descanso:
Amo a Dios.
Amo a Dios sin condiciones.

11 de junio

Dios te ha amado, te ama y te amará siempre.  Pero sentirás Su Amor infinitamente más que lo sientes ahora, si puedes decir con toda tu alma, una sola vez, que eres de Él y sólo para Él.

¿Por qué debería Dios amarme?  Dios me ama porque yo amo a la humanidad.  También hay otra razón.  Dios me ama porque yo amo a toda Su Creación.  Yo sé y siento que Dios nunca puede ser separado de Su Creación.  Creador y Creación son una sola cosa inseparable.  Cuando apreciamos la creación, el creador se siente contento y satisfecho.  Cuando creamos algo, producimos algo, construimos algo, la gente advierte nuestro logro y lo aprecia profundamente.  Estamos contentos porque lo hemos hecho nosotros.  Del mismo modo, el Universo es la Creación de Dios.  Cuando amamos el Universo, amamos simultáneamente a Dios-el-Creador y a Dios-la-Creación; y ambos, Creador y Creación, estarán complacidos con nosotros.

Ama,
ama al mundo.
De lo contrario te verás forzado
a llevar la carga más pesada:
tu amarga individualidad.

Fuente: Textos recopilados de las páginas web Luz de Ilunum y Sieteluces, además de los canales de youtube Luz de ilunum y Editorial Sieteluces, textos propios y/o recopilados por el escritor e investigador José Antonio Iniesta Villanueva.