CURSOS DE LUZ
365 FLORES DEL CORAZÓN
NOVIEMBRE 2011 – SERVICIO – (del 16 al 22)
Por Sri Chinmoy
16 de noviembre
El regalo de mi vida externa a mi vida interna es mi servicio constantemente lleno de alma.
Puedes establecer tu unicidad perfecta con el Supremo mediante el ofrecimiento constante de ti mismo, y también no esperando nada del Supremo a tu propia manera. Espéralo todo de Él a Su propia Manera. Él te dará lo que quiere darte a Su Hora elegida. Por tu parte, no debería haber expectación, ya sea que Él te dé un céntimo o cien mil dólares, ya sea que Él te dé una pizca de luz o inunde todo tu ser de luz. Deja que Él te dé lo que quiere darte a Su propia Manera, a Su propia Hora. Sólo así puedes establecer la unicidad perfecta con el Supremo.
El servicio desinteresado
es el amor visible del ser humano por Dios
en la manifestación de Dios sobre la Tierra.
17 de noviembre
Necesito una vida que se ofrezca a sí misma sin condiciones.
Mientras trabajas con tus hermanos espirituales, siente por favor que todos sois igualmente importantes en el Ojo del Supremo, en el ojo de tu Maestro, en el ojo de tu alma. Tienes dos ojos y sientes que ambos son igualmente importantes. No sientes que el ojo izquierdo es más importante que el derecho o viceversa. Cuando tienes dos cosas que reivindicas como tuyas, intentas ser imparcial. No te identificas con tu dedo pulgar y criticas el meñique. ¡No! Sea cual sea la capacidad de tu dedo pulgar, ha venido de Dios, y sea cual sea la capacidad de tu dedo meñique, ha venido también de Dios. El ego aparece cuando no hay sentimiento de unicidad o cuando quieres demostrar tu capacidad a los demás. Si separas el dedo meñique del pulgar, en ese momento el ego entra en juego. Si no haces esta separación, dirás que todo y todos son buenos ante el Ojo de Dios.
Podemos llegar al pórtico de la perfección
sólo cuando trabajamos juntos
de una manera amorosa, incansable y desinteresada.
18 de noviembre
Un acto de auto-ofrecimiento es un paso más hacia el devenir en Dios.
Para perfeccionar nuestras acciones, hemos de sentir que no somos nosotros los hacedores, sino que el Supremo es el único Hacedor. Hemos de sentir que la inspiración para la acción no es nuestra, y que el fruto de la acción no es nuestro. Si podemos sentir que somos simplemente los instrumentos del Supremo, nuestras acciones pueden ser perfectas.
Si crees que estás
ayudando muy amablemente a los demás,
estás sumamente equivocado.
Deberías sentir que estás ofreciendo
tu sonrisa-servicio
al Supremo en los demás.
19 de noviembre
Si estás haciendo de forma consciente y devota todo lo que deberías hacer –oración, meditación, servicio desinteresado– y al mismo tiempo no estás esperando nada, ni del Supremo ni de ti mismo, no puedes tener entonces arrepentimiento alguno.
El esfuerzo personal es de suma importancia. A menos y hasta que le demos al mundo en general lo que tenemos y lo que somos, no podremos convertirnos en la Realidad todo-expansiva y todo-abrazadora que llamamos Conciencia Universal de la Cumbre Trascendental. Este esfuerzo personal también está basado en la Compasión incondicional del Supremo. Lo que llamamos esfuerzo, en realidad es un resultado de la Gracia del Supremo, que se vierte constantemente sobre nuestra cabeza devota y nuestro corazón entregado.
Simplemente haz una cosa
correctamente y desinteresadamente cada día.
Entonces estás destinado a ver y a sentir
que Dios lo hará todo por ti
no sólo sin descanso
sino también sin condiciones.
20 de noviembre
Para progresar, sé consciente y ofrécete.
Cuando damos, devenimos en algo infinitamente mayor. Una pequeña gota le da su realidad, su existencia, al poderoso océano. Sólo es una gota diminuta, pero cuando se da con toda su alma, cuando entrega su existencia separada, se vuelve una con el océano mismo. A cambio de lo que damos obtenemos infinitamente más. El auto-ofrecimiento es el devenir en Dios. Cuando nos damos de corazón, con devoción, sin reservas, sin condiciones, devenimos en lo Infinito, como la pequeña gota que se ofrece al océano y se convierte en el océano. Cuando ofrecemos nuestra pequeña existencia terrenal a nuestro Amado Supremo, inmediatamente nos volvemos uno inseparablemente con Su Realidad Universal y Trascendental.
Para ser un soñador de Dios
lo que necesitas
es un corazón de amante de Dios
y una vida de servidor del hombre.
21 de noviembre
Cuando nos sumergimos profundo, muy profundo en las más íntimas cavidades de nuestra alma, sentimos que no existe tal cosa llamada sacrificio.
Cada vez que haces algo, puedes sentir que esa acción no es sino una expresión de amor. Ofrecer amor mediante el pensamiento y la acción, tiene ahora mismo suprema importancia en tu vida. Si puedes sentir mientras piensas y mientras actúas, que estás ofreciendo amor a la humanidad, al resto del mundo, entonces podrás estar más receptivo al Amor universal que es todo para ti.
El subsidio de Satisfacción
siempre estará ahí
para los que han ofrecido
sus servicios de aspiración
con toda su alma y sin reservas
a Dios,
su amado Patrón.
22 de noviembre
“Da sin condiciones”. Este es el sentido de Dios. “Recibe con alegría”. Este es el sentido del hombre.
Antes de hacer algo, antes de decir algo, antes de devenir en algo, hemos de preguntarle a nuestro ser interno. Hemos de profundizar en nosotros y preguntarle a nuestra alma si es esa la Voluntad de Dios, si Dios quiere que eso se haga. En cada momento hemos de preguntar si Dios lo quiere o no. De lo contrario, hay muchas maneras de que tú me complazcas y yo te complazca sobre la base de nuestro propio entendimiento mental. Dar es muy bueno; recibir es muy bueno. Pero además, es Dios quién se supone que debe inspirarnos a dar y recibir. La acción puede hacerse sin preguntar a la Sabiduría de Dios, pero si suplicamos a la Sabiduría de Dios que nos guíe, y después actuamos, entonces la responsabilidad será de Dios.
Dios pone
la Corona-Néctar de Su Corazón
sobre la cabeza de servicio desinteresado
del buscador.
Fuente: Textos recopilados de las páginas web Luz de Ilunum y Sieteluces, además de los canales de youtube Luz de ilunum y Editorial Sieteluces, textos propios y/o recopilados por el escritor e investigador José Antonio Iniesta Villanueva.