REGLAS DE ORO PARA LA VIDA COTIDIANA. POR OMRAAM MIKHAEL AIVANHOV

CURSOS DE LUZ

REGLAS DE ORO PARA LA VIDA COTIDIANA



Por Omraam Mikhael Aivanhov

REVIVID LAS ALEGRÍAS ESPIRITUALES

Cuando conseguís encontraros bien, la cuestión está, evidentemente, en conseguir que perdure este estado. En realidad, cuando habéis vivido un momento de armonía, de plenitud, es como si hubierais impreso algo: permanece en vosotros, imborrable. Entonces os preguntaréis, ¿por qué no perdura esta sensación? ¿Por qué al instante siguiente nos sentimos inquietos, desalentados? Porque la vida es un perpetuo desfile y los instantes se suceden, presentándoos sin cesar nuevas impresiones, nuevos acontecimientos, y como no habéis estado demasiado atentos, no habéis sabido quedaros con las mismas impresiones, os habéis dejado llevar por otras ideas, otros sentimientos, otras actividades .con lo cual habéis perdido vuestra paz, vuestra alegría. Pero debéis saber que las huellas de lo que habéis vivido han quedado en alguna parte de vosotros, ordenadas como discos o bandas magnéticas en vuestra discoteca. El día que recordéis que habéis tenido una voz magnífica que entonaba músicas celestiales, podréis sacar ese disco, meterlo en vuestro aparato interior, y de nuevo os sentiréis cautivados, prendidos por el encanto: porque reviviréis lo mejor de vosotros. Tenéis que pensar en hacerlo… Tenéis que pensar en volver a escuchar estas grabaciones divinas.

Ciertamente, en la vida, nos sentimos a menudo confusos, acosados, pero creedme, podemos, a pesar de todo, restablecer, mantener y salvaguardar estos estados de conciencia superiores. Tenéis simplemente que acostumbraros a vivir vigilantes, con una atención constante hacia el mundo divino, pensando desde la mañana en hacer todos los movimientos propios de la vida cotidiana de forma que vuestros pensamientos vayan dirigidos hacia el Cielo.

Si os acostumbráis a mantener esta actitud durante todo el día, veréis que nada conseguirá hacer os vacilar durante mucho tiempo. Naturalmente, algunos acontecimientos pueden trastornaros, no lo niego; una mala noticia, una enfermedad, un accidente. Pero si os habéis acostumbrado a mantener en vosotros estados elevados, superaréis esas molestias mucho más deprisa, porque habréis comprendido que no es a la materia, sino al espíritu, a quién Dios ha dado la omnipotencia.

Guardad pues, preciosamente, y tanto tiempo como sea posible, todo lo divino que habéis experimentado, pues cada momento que habéis vivido es eterno, podéis volverlo a encontrar, está grabado en vosotros, nadie puede quitároslo.

PERMANECED INQUEBRANTABLES

Debéis relacionaros con los hombres, vivir con ellos, ayudarlos, amarlos, pero cuidad de no compartir sus debilidades. Dadles algunas partículas, algunos rayos de vuestro corazón y de vuestra alma, pero sin perder nada de vuestro ideal, es decir, sin hacer concesiones ni transigir sobre los principios espirituales, permaneciendo siempre honestos, rectos, bondadosos. Dando muestras de flexibilidad, debéis permanecer sólidos e inquebrantables en vuestras convicciones .Un verdadero servidor de Dios permanece inconmovible en su amor y en su fe, aunque le corten en pedazos. Pero para llegar a ello, hay que poseer los conocimiento de la Ciencia iniciática. El que se imagina que sin estos conocimientos podrá hundirse en los torbellinos de la vida y salir intacto, se equivoca. ¡Tantas cosas pueden seduciros, perderos, desequilibraros! Si presumís de fuertes, sucumbiréis como los demás. Así pues, instruíos, desarrollad vuestra voluntad, y sobre todo esforzaos para mantener vivas en vosotros todas las verdades de la Enseñanza. Decíos: «Sé que no podré escapar nunca a las realidades cotidianas, pero debo estar atento, y ante cualquier cosa que ocurra, no perder mi ardor, mi entusiasmo, mi esperanza». Agarraos a estas verdades, gracias a la meditación y a la oración aspirad algunas bocanadas de oxígeno, y luego, ¡ os enfrentáis a la realidad!

De esta manera, sí, os volveréis verdaderamente fuertes y poderosos.

SABED RECONOCER SI UNA PERSONA EJERCE UNA BUENA INFLUENCIA SOBRE VOSOTROS

Con frecuencia veis a una persona y no sabéis si es positivo para vosotros relacionaros con ella. Es muy sencillo: si sentís que esa persona os vuelve más lúcidos, se despierta en vosotros la generosidad y la bondad, si os estimula en el trabajo, continuad viéndola, a pesar de lo que os digan sobre ella; os beneficia, y eso es lo importante. Pero si, por el contrario, relacionándoos con alguien constatáis que os confunde, que no sabéis dónde estáis ,que no experimentáis por los demás más que sentimientos de ojeriza o de repugnancia, y que no tenéis tanto ímpetu para emprender cualquier cosa, como teníais antes, procurad no verle más. Aunque se trate de una celebridad o de un multimillonario, abandonadlo, porque ejerce sobre vosotros una influencia nefasta.

ABRÍOS A LAS INFLUENCIAS BENÉFICAS

Cuando os maravilláis ante una flor, sentís inmediatamente que esa flor es como alguien que os habla mediante sus colores, su forma, su perfume, abriéndose un camino hacia vosotros a través de vuestros cuerpos sutiles, a fin de despertar en vuestra alma la forma, el perfume, el color que le corresponden. Lo mismo sucede con un objeto repugnante: lo sentís como una presencia que introduce en vosotros elementos nocivos. Todo lo que os rodea ejerce una influencia sobre vosotros, aunque no seáis conscientes de ello.

Pero, precisamente, lo importante es concienciarse de ello, con el fin de estar atento y no exponeros, en la medida de lo posible, más que a las influencias benéficas.

Desde que sentís que una criatura o un objeto os influyen favorablemente debéis abrir conscientemente vuestras puertas interiores con el fin de que esas influencias penetren dentro de vosotros profundamente. Si no os abrís, incluso las mejores cosas resultarán ineficaces, no os conmoverán Entonces, acercaos a un arroyo. a una fuente que mana, y pensad que es la imagen de la verdadera fuente de la vida que debe brotar y fluir en vosotros… Acercaos al sol, contempladle, abriros a él para que despierte en vosotros el sol espiritual, su calor, su luz… Acercaos a las flores para pedirles el secreto de su perfume, y escuchad las para aprender a extraer, también vosotros, las quintaesencias más perfumadas de vuestro corazón y de vuestra alma. . . Si estáis atentos para no abriros más que a las influencias armónicas, hermosas y puras, seréis una bendición para todos lo que se acerquen a vosotros.

LA INFLUENCIA DE LAS CREACIONES ARTÍSTICAS

Todo lo que el hombre ve u oye, afecta a su sistema nervioso, y si actualmente tantas personas manifiestan perturbaciones psíquicas, es porque, cada vez más, viven desordenadamente, torpemente. Incluso lo que debería unirles al mundo de la armonía y de la belleza, el arte, ha dejado de cumplir su misión.

La poesía actualmente, no es más que una sucesión de palabras, en las que cada cual encuentra el sentido que quiere; la música es un conjunto de ruidos extravagantes, de ritmos violentos, desordenados; la pintura se compone de líneas que salen en todas direcciones y colores como puestos al azar. Todo esto influye muy negativamente en los hombres, haciéndoles volver al caos. Elegid pues con cuidado los libros que leéis, la música que escucháis, las imágenes o los espectáculos que veáis. Procurad no fijaros más que en las obras de artistas verdaderamente inspirados por el Cielo, para que podáis uniros a existencias que están más allá de vosotros. Comenzaréis así a sentir y a vivir lo que han vivido esos creadores y, os sentiréis casi obligados, incluso sin quererlo, a recorrer el camino que ellos recorrieron: os arrastrarán a las regiones que han contemplado y explorado, y en esas regiones saborearéis la verdadera vida.

UTILIZAD LOS OBJETOS CONCIENTEMENTE Y CON AMOR

¡ Cuántos aparatos, utensilios, objetos de todas clases tenéis que utilizar diariamente! y la mayor parte de las veces los manejáis distraídamente, o incluso empujándolos, maltratándolos. ¿Por qué no los cogéis conscientemente y con amor? Aunque no aceptéis la idea de que la forma con que os servís de los objetos puede actuar sobre ellos de forma nociva o benéfica, admitiréis que actúa en todo caso sobre vosotros.

Haced la experiencia y veréis que derribar objetos no produce los mismos efectos que servirse de ellos con amor. Cualquier cosa que hagamos, tenemos que aprender a hacerla procurando introducir en nuestros gestos algo mejor, algo más espiritual.

CONSAGRAD LOS LUGARES Y LOS OBJETOS

Tenéis una casa, un apartamento o por lo menos una habitación, y os servís todos los días de cierto número de objetos. . . Estos objetos, estos habitáculos, debéis consagrarlos a la Divinidad para que sólo sirvan para el bien. Pedid al Cielo que os envíe la ayuda de espíritus luminosos para desembarazarlos de todas las partículas e influencias negativas. Después consagradlos a una virtud, a una entidad celeste, pidiéndoles que quieran habitar en esos lugares o que impregnen esos objetos para que actúen favorablemente sobre vosotros mismos, sobre vuestra familia, sobre la salud de vuestra mujer o vuestro marido, sobre la de vuestros hijos, sobre su intelecto, su alma, su espíritu.

Acostumbraos a realizar estas prácticas y veréis cómo os sentís ayudado, sostenido, reforzado.

DEJAMOS HUELLAS POR TODAS PARTES DONDE PASAMOS

Todo lo que hacemos en el transcurso de una jornada deja huellas en los lugares que ocupamos. Son sellos, clichés, una memoria que queda ahí, fijada en el plano etérico, sobre las paredes, los muebles, los objetos. No es necesario tocar los objetos para dejar huellas en ellos; aunque no los toquéis, las emanaciones de vuestro cuerpo mental se imprimen en ellos. Y en los lugares por los que pasáis, en las personas con las que os relacionáis, dejáis también huellas buenas o malas, luminosas o sombrías. Por eso es tan importante trabajar con nuestros pensamientos y nuestros sentimientos para mejorarlos, purificarlos, sabiendo que podemos hacer el bien o el mal no sólo con los actos, sino con los pensamientos.

En todas partes, en cualquier lugar por el que paséis, esforzaos para no dejar más que huellas de luz y de amor. Pasáis por un camino, por una calle: bendecid ese camino o esa calle pidiendo que todos los que pasen por él reciban la paz y la luz, que sean arrastrados por el buen camino, que vibren al unísono con el mundo divino.

NUESTRA INFLUENCIA SOBRE LOS HOMBRES Y SOBRE TODA LA CREACIÓN

Los hombres raramente prestan atención a los efectos positivos o negativos que producen los estados en los que se encuentran. Incluso con los seres que quieren, demuestran su negligencia, su inconsciencia. Precisamente cuando un hombre está triste y se siente desgraciado, es cuando va a visitar a su amada y a abrazarla para consolarse; en sus besos le traspasa su pena, su desaliento: pero eso le da igual, e incluso ni se da cuenta. ¡y cuántos padres hacen lo mismo con sus hijos! Los hombres y las mujeres intercambian entre ellos sin cesar, pero, ¿cómo son estos intercambios? Sólo Dios lo sabe, o más bien. ¡Los diablos son quienes lo saben!

Cuando os sentís irritados, nerviosos o indispuestos, no os acerquéis a los demás, sobre todo a los niños, y tampoco les deis nada porque con vuestra ira y vuestra mala disposición les arrastráis hacia el lado negativo. Además, cuando tengáis que preparar la comida, cuidad de no hacerlo en cualquier estado, porque vuestros pensamientos, vuestros sentimientos impregnarán la comida que vuestra familia y vuestros amigos van a absorber. Aprended a estar atentos en todo lo que hacéis, desarrollando vuestra conciencia y vuestra sensibilidad.

No hay que olvidar nunca que vuestros estados internos no os conciernen únicamente a vosotros, sino que influyen también en los demás. Aunque vosotros no lo sintáis muy claramente, estáis unidos a todos los miembros de vuestra familia y de la sociedad, y cuando progresáis, todas las riquezas y las luces que recibís se reflejan en estas personas a las que estáis unidos. Si vosotros avanzáis, ellas también avanzan, Quizás no se dan cuenta, pero el Cielo ve que progresan, y lo mismo ocurre cuando empezáis a ensombreceros, a estar en peligro; vuestra familia y la sociedad, que están unidas a vosotros, sufren debido a vuestras influencias nefastas. Así es como arrastramos a los seres hacia el Cielo o hacia el Infierno. Sí, somos responsables de ello.

Entonces, ¿queréis ser útiles, ayudar a toda la humanidad, incluso a los animales, a las plantas, a los árboles? . . Tratad de que vuestra vida sea cada vez más espiritual, pues así, sutilmente, imperceptiblemente, arrastráis a toda la creación hacia las alturas, atraéis bendiciones sobre todos los seres.

Fuente: Textos recopilados de las páginas web Luz de Ilunum y Sieteluces, además de los canales de youtube Luz de ilunum y Editorial Sieteluces, textos propios y/o recopilados por el escritor e investigador José Antonio Iniesta Villanueva.